San Antonio vivía en el desierto, cuando se aproximó un joven.
– Padre, vendí todo lo que tenía y dí el dinero a los pobres. sólo guardé unas pocas cosas para que me ayuden a sobrevivir aquí. Me gustaría que me enseñara el camino de la salvación.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
San Antonio vivía en el desierto, cuando se aproximó un joven.
– Padre, vendí todo lo que tenía y dí el dinero a los pobres. sólo guardé unas pocas cosas para que me ayuden a sobrevivir aquí. Me gustaría que me enseñara el camino de la salvación.
Queridos hermanos y hermanas:
Desde Pablo VI hasta nuestros días, a través de SS. Juan Pablo II, el Espíritu Santo ha estado diciéndole a la Iglesia: “Ha llegado la hora de construír la civilización del amor”. ¡Qué palabras tan importantes y a la vez, tan desatendidas!
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna, como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira, y de pronto lo reconoce. Continuar leyendo “Un Ciego Con Luz”
Londres , Octubre de 1868.
Querido hijo mío:Te escribo hoy esta carta porque tu partida me preocupa mucho, y porque quiero que lleves contigo unas palabras mías de despedida, para que pienses en ellas de cuando en cuando, en los momentos de tranquilidad. No necesito decirte cuánto te quiero, y que siento mucho, lo siento en el alma separarme de ti. Pero la mitad de esta vida está hecha de separaciones, y son dolores que hay que sobrellevar; además, la vida con sus pruebas y peligros te enseñará más que cualquier estudio o tarea que pudieras realizar.
Tomás es un chico de siete años que vive con su mamá, una pobre costurera, en su solo cuarto, de una pequeña ciudad del norte de Escocia. La víspera de Navidad, en su cama, el chico espera, ansioso, la venida de Papá Noel. Según la costumbre de su país, ha colocado en la chimenea una gran media de lana, esperando encontrarla, a la mañana siguiente, llena de regalos. Continuar leyendo “Bienes Invisibles”
BIENAVENTURADO el líder que no busca honores porque simplemente reconoce que ha sido llamado.
BIENAVENTURADO el líder que sabe hacia dónde va, por qué va, y cómo llegar allí.
BIENVENTURADO el líder que no se descorazona ni presenta pretextos.
Para tener labios atractivos, habla palabras de bondad y sabiduría.
Para tener una figura delgada, comparte tu alimento con el hambriento.
Para tener ojos de amor, busca lo bueno en las personas.
La felicidad no depende de lo que pasa a nuestro alrededor, sino de lo que pasa dentro de nosotros.
La felicidad se mide por el espíritu con el cual nos enfrentamos a los problemas de la vida.
La felicidad es un asunto de valentía; es tan fácil sentirse deprimido y desesperado.
Un hombre inteligente nota que ciertos momentos se repiten. Con frecuencia se encuentra ante los mismos problemas, y enfrenta situaciones que ya había enfrentado con anterioridad. Entonces se siente deprimido. Comienza a creer que es incapaz de progresar en la vida, ya que las mismas cosas que vivió en el pasado le están volviendo a acontecer. Continuar leyendo “Aprender De Las Experiencias”
El amor de madre es distinto a los otros amores: No conoce la traición y jamás lastima intencionalmente.
El amor de madre es universal e inalterable. Puede que haya alguna diferencia en la forma, pero la esencia se mantiene.
Cuando las preocupaciones te agobien y sientas que tu cuerpo ya no puede más, no te encierres en una idea solamente: desahógate, y piensa que en ese momento estás viviendo un instante de tu larga vida.
Y todos los problemas son circunstanciales y las circunstancias son igual que las olas: vienen y se van. La felicidad espiritual no consiste en borrar de la mente las preocupaciones ni olvidarlas; la tranquilidad espiritual consiste en la búsqueda constante de soluciones para nuestros problemas.
Sirve la luna, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé tú el que apartó la piedra del camino,
el odio entre los corazones,
las dificultades del problema.
Los cristales pueden quebrarse. A veces basta un leve golpe de abanico.
Las telas suelen desgarrarse al contacto de una diminuta astilla.
Se rasgan los papeles… Se rompen los plásticos… Se rajan las maderas…Hasta las paredes se agrietan, tan firmes y sólidas que parecen.
No te detengas en lo malo que has hecho; camina en lo bueno que puedes hacer.
No te culpes por lo que hiciste, más bien decídete a cambiar.
No te mires con tus ojos, contémplate con la mirada de Dios.
No pienses en lo largo que es el camino de tu transformación,
sino en cada paso que puedes dar para ser lo que Dios quiere que seas.
Esta frase caló hondamente en mí, tanto, que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias con Padres he hijos. Si en vez de sacerdote, hubiese optado por ser padre de familia, qué le respondería a esa pregunta inquisitiva de mi hijo? Esta podría ser mi respuesta:
HIJO, UN MOMENTO, NO SOY YO EL QUE ME METO EN TU VIDA, TU TE HAS METIDO A LA MÍA!!!
No te rindas, aún estás a tiempo de abrazar la vida y comenzar de nuevo, aceptar tu sombra, liberar el lastre y retomar el vuelo.
No te rindas, que la vida es eso, continuar el viaje, perseguir tus sueños, abrir las esclusas, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo.
No te rindas, por favor, no cedas, aunque el frío queme, aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se acalle el viento, aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tu seno.