Conferencias de Espiritualidad del P. Iraburu

“Conferencias de Espiritualidad, ya emitidas por Radio María con el título Dame de beber (IV-2005 – IX-2007). Forma su conjunto una Síntesis de espiritualidad católica (así se titula el libro que escribimos don José Rivera y yo), en la que expongo todos o casi todos los temas principales de los manuales clásicos de Ascética y mística o de Teología Espiritual…”

Espiritualidad P. Iraburu

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De budista a tomista, la conversion al catolicismo del filósofo Paul Williams

Juventud anglicana tibia

Paul Williams nació en 1950. La familia de su madre no era religiosa, aunque después de su conversión descubrió que tenía una bisabuela católica. La familia de su padre era tibiamente anglicana. Siendo muy joven, Paul se sumó al coro de la parroquia anglicana porque le gustaba cantar. Fue confirmado en su adolescencia por el obispo anglicano de Dover y aún con 18 años recuerda haber ido a comulgar alguna vez. Pero ni tenía una relación cercana con Cristo ni recibió formación.

Su hermano trajo de la biblioteca un libro sobre yoga, y con él Williams se aficionó a la cultura oriental en los muy alternativos años 60. "Estuve implicado en el estilo de vida y las cosas que los adolescentes hacen. Al acercarse los exámenes públicos dejé el coro, dejé de servir en la iglesia, perdí el contacto con ella, me dejé el pelo largo y me vestía raro".

Meditación y budismo

Estudiando en la Universidad de Sussex se especializó en filosofía india y después en budismo. Aunque había leído algo de Santo Tomás de Aquino y le parecía admirable, pronto se olvidó de él. "Por un tiempo acudí a la Meditación Trascendental de Maharishi Mahesh Yogui, pero lo dejé porque me disgustaba su superficialidad y me parecía que distorsionaba la tradición india", escribe en su libro.

Hacia 1973 ya lo tenía claro: había estudiado tanto el budismo que veía el mundo con categorías budistas, le parecían coherentes, Dios era innecesario y se consideró ya budista. Se "refugió" formalmente como budista en la tradición tibetana Dgelugspa, la del Dalai Lama. Siendo profesor en la Universidad de Bristol creó su propio círculo de budistas.

Practicaba la meditación, daba charlas en encuentros budistas, aparecía en debates televisivos como budista tibetano y participó en debates públicos con el católico disidente Hans Küng y el catalán orientalista Raimon Panikkar.

Lo que atraía del budismo

"Me interesaba la filosofía, pero también la meditación y el exótico Oriente. Muchos de nosotros encontrábamos el budismo interesante, al principio, porque parecía mucho más racional que las alternativas, y a la vez mucho más exótico. Los budistas no creen en Dios. O mejor, no parecía haber razones para creer en Dios y la existencia del mal era para nosotros un argumento positivo en su contra. Los que habíamos crecido como cristianos estábamos hartos de defender a Dios en un mundo hostil, lleno de detractores. En el budismo uno tiene un sistema de moralidad, espiritualidad y filosofía inemnsamente sofisticado (y exótico), que no necesita a Dios para nada", explica Williams.

Años después, al convertirse al catolicismo, el filósofo siguió reflexionando y escribió: "Si miramos cómo son los budistas de Occidente, el llamado Budismo Occidental, lo que encontramos con regularidad es una forma de cristianismo en la que han quitado las partes que los cristianos post-cristianos encuentran más difíciles de aceptar".

Williams incluso conoció un líder llamado Sthaira Sangharakshita que proponía a los budistas de pasado cristiano practicar la "blasfemia terapéutica", para lograr desapegarse de su trasfondo cristiano, insultando cosas consideradas santas en su cultura. A Williams esta idea le parecía una barbaridad.

El problema de la reencarnación

El budismo en Occidente se presenta sobre todo como técnicas para vivir experiencias positivas: paz, armonía, relajación… Pero a medida que Williams veía el paso de los años, como filósofo no podía evitar hacerse preguntas, y entre ellas: ¿qué pasa después de la muerte? Hay budistas que prefieren no pensar en el tema, y consideran que es "Mara", una "ilusión", una distracción, un tema en el que no vale la pena pensar, pero ¿puede un filósofo dejar de preguntarse?

"Los budistas creen en el renacimiento, es decir, la reencarnación, como suele llamarse. No hay un inicio en la serie de vidas renacidas: todos hemos renacido infinitas veces, no hay principio ni se necesita un Dios que lo inicie", explica.

Williams recuerda que en la época de los primeros cristianos las creencias a favor de la reencarnación estaban muy difundidas en Grecia y Roma, pero el cristianismo nunca las aceptó. "Y por buenas razones: si la reencarnación es cierta, nosotros no tenemos ninguna esperanza".

vía De budista a tomista: la conversión al catolicismo del filósofo Paul Williams – ReL.

Educacion Catolica, 007

El discipulo, un bautizado

7. Es por lo anterior que “hacer discípulos” no sólo es un proceso de educación, enseñanza e instrucción, sino que previamente es la recepción de un don, el cual hay que pedir con corazón sincero (ya presintiéndolo). El discípulo no se hace por mera instrucción, sino que es un don y una transformación que se recibe por obra y gracia del Espíritu; y se reciben los dones, carismas y virtudes por medio del Bautismo, y se nutren a través de los demás Sacramentos.

Así se comprende la aparente paradoja de la fe y la razón: “Cree para que entiendas, pero entiende para que tengas fe”. Pues tanto la fe como la recta razón son dones recibidos para cultivarlos en unidad; quienes no poseen dichos dones no pueden resolver la aparente contradicción. Lo mismo pasa con la paradoja del discipulado: no puede ser discípulo quien no reciba el don y no puede recibir el don quien no se comporte como discípulo. Y lo mismo con la paradoja de la consagración religiosa: sólo pueden consagrarse quienes poseen (por el Bautismo) las virtudes de la obediencia, la pobreza y la castidad, las cuales se reciben (se consolidan) en la consagración.

Todo en la Iglesia y en la Doctrina de Cristo es un don y misterio excelsos, entre ellos y de gran valor está el Bautismo como Sacramento de iniciación católica.

Nos tomaría mucho tiempo y espacio para apenas bosquejar un poco las bondades y características del Bautismo. Aquí sólo expondremos algunas, explicando la importancia de bautizar y estar bautizado para la educación católica. En el CATECISMO DE LA IGLESIA se encuentra explicado el Bautismo de manera maravillosa.

[Texto original de Juan de Jesús y María.]

Diaconos permanentes

“Los diáconos permanentes pueden ser hombres casados, mayores de 35 años, con cinco años al menos de matrimonio estable, que han dado testimonio cristiano en la vida familiar…”

diaconado permanente

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Los pensamientos de los ya difuntos

En mi curso, que termina hoy, me preguntaron: las personas después de que mueren, en el Cielo o en el purgatorio ¿pueden pensar? – Saulo.

* * *

Santo Tomás de Aquino distingue entre “intelecto” y “razón.” Tener intelecto es poder entender, es decir, conocer y poder responder qué son las cosas (dentro de los límites de cada capacidad intelectual). Un niño, un adulto, un ángel y Dios mismo son todos seres dotados de intelecto, aunque por supuesto lo que cada uno sabe de lo que las cosas son varía. Saber “lo que las cosas son” quiere decir: preguntarse por ellas en sí, y nos sólo en cuanto lo afectan a uno. La vaca se interesa por el pasto pero no por la pregunta: ¿qué es el pasto? Ni por la pregunta: ¿qué hay en el pasto que lo hace delicioso o alimenticio? Esta segunda pregunta es derivada del ser del pasto.

La “razón” es una de las formas posibles del intelecto. Razonar es discurrir, o sea, pasar de unas premisas a unas conclusiones. Incluye las inferencias, hipótesis, deducciones, búsqueda de contradicciones o contraejemplos. Obsérvese que razonar implica una condición temporal. Y esta es la diferencia con el intelecto. Dios, o los ángeles, conocen de un modo como “intuitivo,” es decir, como viendo a un tiempo todo lo que se puede ver.

Mientras estamos en esta tierra nuestra manera ordinaria y normal de conocer es siempre a través del razonamiento, aunque hay conocimiento que en circunstancias especiales Dios puede dar de otro modo, como pasa en el don de la ciencia infusa. pero eso es la excepción. Lo usual y normal es que nuestro intelecto sea siempre “razón” mientras vivimos y estamos sometidos al tiempo.

Morir es salir de la condición temporal. No implica perder el intelecto pero sí es evidente que ya no hay posibilidad de razonar como uno lo hacía en la tierra. Por eso mismo, si cuando decimos “pensar,” nos referimos a hacer razonamientos en cualquiera de sus muchas formas, hay que responder que los difuntos, cualquiera que sea su condición, no “piensan” propiamente. pero si por “pensar” aludimos a tener una forma de conocimiento, que seguramente es más perfecta que la nuestra, entonces sí hay que decir que los difuntos “piensan.”

BBC News – What phantom limbs and mirrors teach us about the brain

In 1994, Ramachandran proved the theory by mapping the brain activity of a group of amputees. Using a magnetic scanner he showed that neuron activity was indeed migrating from the hand area to the face. It was a ground-breaking study.

But he believed much more could be gleaned from studying phantom limbs.

In the mid-1990s he followed the work of Italian scientist Giacomo Rizzolatti, who discovered an entirely new type of neuron that he called the mirror neuron.

Rizzolatti observed that certain neurons in the brain of a macaque monkey fired when the monkey reached out and when it watched another monkey reach out. Mirror neurons were later discovered in humans too.

Ramachandran began to apply this finding to his work with phantom limbs. If mirror neurons fired when an individual watched someone moving a limb, he conjectured, then visual perception might play an important role in creating the sensation of movement.

His next subject, Jimmy, felt that his phantom hand was always agonisingly clenched, with his phantom fingernails digging into his missing hand.

Ramachandran put a mirror between Jimmy’s arms and asked him to move both his phantom and healthy limb simultaneously, while looking at the reflection of the healthy limb – effectively fooling Jimmy’s brain into thinking his phantom was moving in a normal way.

Jimmy felt his clenched fist release almost immediately.

"This is because you are creating intense sensory conflict – the vision is telling you the limb is moving," Ramachandran explains.

"One way the brain deals with conflict is to say, ‘To hell with it! There is no arm,’ and the arm disappears.

"I tell my medical colleagues that it is the first example in the history of medicine of successful amputation of a phantom limb."

He called the treatment Mirror Visual Feedback therapy or MVF. But it wasn’t until much later that MVF was properly acknowledged by clinicians.

vía BBC News – What phantom limbs and mirrors teach us about the brain.

El suicidio protestante

“Si las cosas fueran según la lógica aparentemente aplastante que usa la gente, los Episcopalianos deberían tener los templos a rebosar. Tienen curas casados; desde 1930 aceptan los anticonceptivos; desde 1976 tienen sacerdotisas; desde 1989, obispas; desde el 2000 dejaron de considerar pecado el adulterio; en 2003 ordenaron obispo a un homosexual que vivía con su pareja; en 2006 aceptaron el matrimonio homosexual; en 2010 ordenaron a una obispa lesbiana activa y, por supuesto, son pro abortistas. Tienen, por lo tanto, todo aquello con que sueñan los curas, laicos y teólogos católicos más disparatadamente progresistas y, sin embargo, lo que no tienen son feligreses. Vuelvo a preguntar, ¿y esto por qué?”

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En las catacumbas

“Somos un grupo de estudiantes que quiere contar al mundo la situación que vivimos día a día en nuestro lugar de estudio, muy preocupados por los actos fanáticos y contra la libertad que se realizan y permiten, y movidos por el silencio mediático y de grupos políticos teoricamente comprometidos con la Libertad y la Tolerancia…”

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