Laudes & Vísperas para la semana del 22 al 28 de marzo de 2015

citara

Domingo 22 de marzo de 2015: Domingo V de Cuaresma, Ciclo B

Lunes 23:

Martes 24:

Miércoles 25: Anunciación a María Santísima y Encarnación del Hijo de Dios

Jueves 26:

Viernes 27:

Sábado 28:

Moderado entusiasmo

Si hay una cosa que he aprendido en el camino de la evangelización es que hay dos cosas que no van a faltar: los obstáculos y la Providencia de Dios.

hace unas dos semanas experimentamos un dura crisis en el boletín ALIMENTO DEL ALMA porque Google empezó a agregar un molesta y aterrorizador aviso que decía “Parece que esta cuenta ha sido hackeada.” En el ambiente de inseguridad cibernética en que ya vivimos lo que uno no quiere tener es un correo diario que venga con semejante advertencia en roja escandaloso.

La buena noticia en este caso es que todo indica que ese obstáculo ha sido superado, como tantos otros que hemos encontrado antes. Y la noticia aún mejor es que ese obstáculo fue superado GRACIAS A MILES Y MILES DE USTEDES. Cuando miles de suscriptores empezaron a hacer click en el enlace “Ignore esa advertencia; yo confío en este remitente” las cosas cambiaron.

De modo que si tú fuiste uno de esos miles, ¡GRACIAS, gracias y GRACIAS!

Teología Moral familiar y sexual, 06: Universo semántico de la castidad

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 6: Universo semántico de la castidad

2015-03-12 09.36.18

* Según Santo Tomás, la castidad está relacionada con el “castigar.” Pero no debemos apresurarnos a sacar conclusiones de este hecho etimológico. Para toda la Antigüedad, el educar va unido siempre al castigar; de modo que el sentido real de la etimología es que el cuerpo y el deseo son educables.

* Esto se ve bien en Santo Tomás cuando dice que el gobierno sobre las apetencias del cuerpo no ha de darse a la manera de los déspotas, que con sus abusos engendran y alimentan oposición, sino a la manera de la persuasión, como quien gobierna hombres libres.

* Además, las represiones crean obsesiones, y tan atado está al deseo el lujurioso como el que vive obsesionado con no caer en ninguna impureza. A menudo este tipo de obsesión endurece el alma, lleva a extremos ridículos (como los del victorianismo) y lo que es más grave, seca las fuentes de la caridad.

* Por otra parte, es una gran noticia que l deseo sea educable. Eso indica que no somos esclavos de pasiones ni somos marionetas a las que cualquiera puede gobernar a través de los hilos del deseo.

* Aún más, los espacios “libres de deseo” son necesarios y renovadores. El deseo tiene sentido dentro del camino de unión de la pareja pero fuera de ese propósito, el deseo se convierte en “ruido” que aumenta los malos entendidos y las heridas, y que disminuye el vigor en el camino hacia otras metas. De ahí el valor que tienen los tiempos, las personas y los espacios que quieren centrarse en otros aspectos más trascendentes de la vida humana.

Nociones y conceptos paralelos

* La pureza evoca la idea de evitar lo que contamina el verdadero sentido del amor. Existe sin embargo el peligro de exaltar tanto esta virtud que se la vea como “reina” y como la máxima conquista, siendo así que toda vida cristiana ha de tener como cumbre a la caridad.

* La abstinencia y la represión no son fines en sí mismos y, como ya se explicó, pueden hacer mucho daño; pero es bueno recordar que no hay formación en la castidad para la persona que nunca se dice: NO.

* La modestia y el pudor son virtudes complementarias, de menor grado pero no sin importancia, que nos recuerdan que nadie es dueño absoluto ni de su comportamiento ni de su lenguaje ni de su vestido porque todas estas son realidades sociales que por consiguiente implican derechos y deberes.

* Sobre virginidad y celibato hablaremos más extensamente en sesiones posteriores de nuestro curso.

Nociones contrarias

* La impureza se explica simplemente por su contraste con la pureza; implica siempre una contaminación, y por consiguiente, una falsificación, una mentira.

* La concupiscencia nos ayuda a entender el poder o encanto del mal después de cometido el pecado.

* Interesante en el concepto de lujuria la conexión con el lujo. Dice el apóstol San Pedro a las mujeres: “que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Pedro 3,2-3). El lujo, que es cosa puramente exterior y generalmente vana, nos vuelve vanos y afanosos de satisfacción efímera.