La vida

Ahora no me acuerdo quién dijo que la vida era como un juego que consistía en encontrarle las reglas. Me apropio de ese pensamiento hoy, mientras pido a mi Dios que me ayude a conocer su voluntad. Es tan fácil equivocarse; es tan sencillo acoger lo sensato, cuando lo sensato nos esquiva un dolor, nos ahorra un desierto, nos tapa por un rato la Cruz.

Dios: ten piedad de mí.