Hoy el Papa Francisco ha canonizado a Francisco y Jacinta, niños santos, videntes de Fátima. Tres enseñanzas: (1) Estos niños, en su sencillez, nos recuerdan el camino de la simplicidad como expresión de la esencia misma del Evangelio. (2) El mensaje que la Virgen les encomienda va en contravía de lo que el mundo exalta y prefiere; pero contradecir al mundo es el único modo de rescatarlo de sí mismo. (3) Las personas escogidas por el Cielo para este importante mensaje son embajadores de los muchos que son olvidados y postergados; y a ellos han de dirigirse en primer lugar nuestro cariño y nuestro servicio de evangelización.