¿Se puede en España que un mujer entre con el pecho desnudo a una capilla para interrumpir una misa mientras grita con odio: “Arderéis como el 36,” en alusión a la Guerra Civil y lo que sucedió en cientos de templos? ¿Eso se puede? La justicia española dice que si se puede, y no pasa nada.
¿Se puede en España profanar la Eucaristía y usarla para calumniar a miles de sacerdotes, todo ello en un espacio propio del gobierno de Pamplona, que debe su existencia y ha de estar al servicio de todos los ciudadanos, incluyendo una inmensa mayoría de católicos? ¿Eso se puede? La justicia española dice que sí se puede, y no pasa nada porque son sólo objetos redondos y blancos.
¿Se puede en España utilizar fiestas públicas de carnaval para que un hombre disfrazado de mujer se burle de la crucifixión, que pertenece al centro mismo de la fe de los católicos? ¿Eso se puede? La justicia española dice que sí se puede, y que no pasa nada.
¿Se puede en España quemar la bandera del país, burlarse de las víctimas del terrorismo y por el contrario enaltecer a la organización terrorista ETA, responsable de crueldades incontables y de asesinato de inocentes? ¿Eso se puede? La justicia española dice que sí se puede, y que no pasa nada.
¿Se puede en España usar una entrega pública de premios (“Ciutat de Barcelona”) para burlarse de la oración del Padrenuestro, la primera y central plegaria de todos los cristianos, que además son inmensa mayoría en esa nación? ¿Eso se puede? La justicia española dice que sí se puede, y que no pasa nada.
¿Se puede en España disfrazar a un hombre de mujer para que haga una parodia blasfema de la procesiones de la Virgen María, que es venerada y amada por millones y millones de católicos españoles? ¿Eso también se puede? La justicia española dice que eso también se puede, y no pasa nada.
¿Entonces se puede también fletar un bus y recordar el hecho biológico de que los niños tienen órganos sexuales masculinos y las niñas órganos sexuales femeninos? ¿Eso se puede? La justicia española dice que ese es un crimen de odio. Eso sí no se puede.
Otras cosas que el lobby LGBTI quiere que TAMPOCO se puedan:
(1) Que un obispo predique la enseñanza católica sobre la homosexualidad, ni siquiera en una homilía en su propia catedral.
(2) Que en un país que tiene libertad de expresión y libertad de prensa se difunda un libro que denuncia los abusos del mismo lobby LGBTI y lo que quieren imponer y han empezado a imponer en las escuelas.
(3) Que alguien hable de su transición de homosexual a heterosexual, o que alguien ofrezca apoyo a quien desea hacer esa transición. La única transición posible es la otra: de heterosexual a homosexual. Lo demás debe ser penalizado.
(4) Que los papás elijan si quieren o no esa avalancha de perversión sobre sus hijos.
Ellos quieren que todo eso estéprohibido, ridiculizado, penalizado, denunciado ante tribunales.
Las profanaciones, burlas, blasfemias, insultos a la fe: todo está muy aceptado, muy aplaudido por los medios de comunicación, en su mayoría, y muy respaldado por la desgracia de justicia que padecen los españoles en este tiempo.
¿Se entiende qué es lo que queremos decir con que estamos en combate? ¿Cuanto tiempo llevo hablando de esto y por qué mis hermanos sacerdotes no advierten más a menudo sobre estos daños a sus fieles y seguidores, por ejemplo en las redes?
¿Y es que hay alguien que crea que estas desgracias se van a quedar sólo en España? ¿Queda por ahí alguno que crea que estas abominaciones se van a detener ellas solas? ¿Es que tú no te has dado cuenta que #VanPorTusHijos?
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