Invocación de la divina misericordia

Padre del cielo, que me acompañas en el diario caminar en esta tierra, reconozco y proclamo tu misericordia, pues tu eres ese padre de la parábola del hijo prodigo, que me esperaste todo este tiempo con los brazos abiertos.

Yo vengo hasta ti y me dejo abrazar por tus brazos misericordiosos.

Reconozco mi pecado, te he ofendido, pero también reconozco que tu amor por mi y tu perdón es aun más grande que la multitud de mis faltas. Hundo mi rostro en tu pecho y dejo que tu ternura me envuelva, me sane y me transforme. Me dejo bañar por la misericordia con la cual transformaste a Zaqueo, a María Magdalena, a la Samaritana, a Pedro después de las negaciones.

Dame también Padre, la gracia de querer perdonar a los demás como vos lo haces conmigo y de tener con todos un corazón misericordioso como el tuyo.

Amén.

– Padre Gustavo Jamut OMV