“Cuando lleguemos a la estación sucederá!”, exclamamos. “Cuando cumpla los dieciocho.” “Cuando compre un Mercedez Benz.” “Cuando se hayan graduado mis hijos.” “Cuando pague la casa”. “Cuando consiga un ascenso.” “Cuando me jubile, ¡qué Feliz voy a ser por el resto de mi vida!
Tarde o temprano comprendemos que no existe tal estación; no hay un sitio al que llegar de una vez para siempre. El verdadero gozo de la vida esta en el viaje. La estación es solo un sueño. Se aleja de nosotros sin cesar.