Los momentos de dificultad tienen varias cosas buenas: tiemplan el carácter, depuran la intención, nos preparan para la compasión y la solidaridad. Y algo más: nos ayudan a reconocer los verdaderos amigos. ¡Cuántas veces sucede, por ejemplo, que una quiebra económica es la oportunidad imprevista para saber quiénes son los que de verdad están con nosotros!
Algo así hemos vivido en los varios momentos de dificultad que hemos pasado con nuestro servicio de evangelización por Internet. Ha quedado claro que hay problemas y hay enemigos pero mucho más claro ha quedado que hay soluciones y hay verdaderos amigos. Alguien dirá que la palabra “enemigo” es demasiado fuerte. No es así. Gracias a un servicio de vigilancia contra hackers he podido comprobar que mi blog registra no menos de diez ataques a la semana. No me refiero a spam. Me refiero a personas tratando de acceder con privilegios de administrador y por lo tanto con capacidad para borrar, subir, cambiar o instalar lo que les parezca. Hay registro de las direcciones IP de esos ataques.
No todo, sin embargo, se debe a malas intenciones. Hay asuntos técnicos, de diseño de software. Solamente la semana pasada se logró un rediseño en PHP de manera que los archivos de homilías en MP3 no sean bajados automáticamente (preload) pero la duración de las homilías sí quede registrada. Es un avance de diseño que permite quitar una presión terrible sobre nuestros servidores y a la vez resulta más informativo y práctico para nuestros miles de usuarios. Y gracias a Dios son miles: en un día típico no son menos de diez mil las homilías bajadas o escuchadas en fraynelson.com
Por su parte, el servicio de videos ha tenido periodos de 4.000 visualizaciones diarias aunque actualmente estamos por debajo de ese número y nos hemos estabilizado en cerca de 3.750. Que no está mal: son más de 3.500 personas que en muchas partes del mundo reciben predicación todos los días. Por comparación, hace un año ese promedio era de sólo 2.000 visualizaciones. A este ritmo el canal de videos de Fray Nelson pronto podrá alcanzar las deseadas 3.000.000 de visualizaciones, con más de un millón de minutos por mes.
Pero lo importante no son las cifras. Lo importante son las personas. Lo verdaderamente importante es qué está sucediendo, de cara a Cristo Jesús, en el corazón de quienes leen, ven o escuchan lo que ofrecemos. Y eso, más allá de toda tecnología, depende en primer lugar de la humildad, la caridad, la oración y la unión entre todos los que queremos servir el Evangelio.
De nuevo, gracias, especialmente a nuestros benefactores, y no olvidemos nuestra preparación para vivir la cuaresma que ya está a las puertas.