La grandeza de lo cotidiano: he aquí un bello modo de acercarnos a la porción más extensa del Año Litúrgico, es decir, lo que corresponde a la parte mayor del Tiempo Ordinario.
Grandeza del día a día, grandeza de la vida entregada a la velocidad y realidad con que sucede.
¿Celebrar lo común? Tiene todo el significado cuando el que sustenta lo que para nosotros es común es el extraordinario amor de Dios.