En las manifestaciones plásticas de la relación con lo divino, el simbolismo ejerce un papel importantísimo. En el contexto cristiano,cuyo centro es la encarnación de Dios mismo, el simbolismo toma cuerpo en forma de arte, aviva nuestros sentidos, se transforma en pedagogía. Y esto no es sólo cosa del pasado. Se dice que “al mundo lo salvará la belleza”, y es necesaria una nueva oleada de artistas capaces de acercarnos a lo inefable, al Misterio con mayúsculas, según las diversas sensibilidades humanas.
El Templo de la Sagrada Familia, obra cumbre del arquitecto Antonio Gaudí, está resultando un poemario en piedra, una verdadera lección de simbología en la cual tanto las formas arquitectónicas como las escultóricas, en sus diferentes estilos, pensados por el mismo Gaudí, tienen su razón de ser. Autodidacta, buen conocedor de las artes y de la naturaleza, Gaudí, como todos los artistas, utilizó su propio lenguaje, dejó el sello de su estilo. El simbolismo que él desarrolló en el Templo de la Sagrada Familia no lo limitó a la estatuaria ni a la pintura, sino que lo incorporó también a la arquitectura, a la cual dio un especial carácter expresivo.
Así, pues, ante una ciudad y unos admirados espectadores se levantan majestuosos y esbeltos los cuatro cimborrios que rodean al central dedicado a Jesús (con 170 metros de altura, casi acariciando el cielo), y que representan los evangelistas, con sus correspondientes pináculos coronados por los símbolos del ángel, el buey, el león y el águila. En el ábside el cimborrio, dedicado a la Madre de Dios, y los doce campanarios, que son portadores de las imágenes de los apóstoles, coronados por los pináculos, símbolos episcopales; finalmente, los obeliscos representan las témporas de las cuatro estaciones y las ordenaciones sacerdotales.
Estos datos no pretenden ser más que un ejemplo de una inacabable lista de símbolos que podemos encontrar en esta obra. Cada una de las piedras que se colocará en el templo tiene una razón de ser, como cada una de las personas que existen, ya que como dice R. Huyghe: “no hay arte sin el hombre; pero, posiblemente, tampoco hay hombre sin arte”. Como reconocen los estudiosos, la intención de Gaudí fue convertir el Templo de la Sagrada Familia en un himno de alabanza a Dios, entonado por la humanidad, y cada piedra es una estrofa cantada con voz clara, potente y armoniosa.
Una vez terminado, el Templo, en su exterior, significará la Iglesia; en su interior figurará la Jerusalén celestial. La dulzura, la alegría y las formas cuidadosamente redondeadas de la fachada del Nacimiento contrastan expresamente con la fuerza, la vigorosidad y la tristeza de la recientemente terminada fachada de la Pasión. Así lo quería Gaudí, y así se está realizando. Todo un trabajo estético, de fina ingeniería y excepcional precisión artística. Una obra para ser interiorizada y contemplada.
Algunas páginas de interés:
La página oficial de la Sagrada Familia, mencionada anteriormente, incluye toda la información sobre esta obra de Antonio Gaudí, en inglés, catalán y castellano. Se puede consultar, por ejemplo, una breve historia de la construcción, descripción y función; una galería de imágenes; información para los visitantes y otras obras de Gaudí.
Otro sitio ofrece información en inglés sobre la Sagrada Familia. Cuenta cuándo se inicio la construcción y en qué se inspiró Gaudí para hacer este proyecto. Contiene fotos y es interesante, aunque su última actualización es de marzo de 1998.
Dentro de una página dedicada al modernismo, se incluye una breve descripción de la Sagrada Familia, en catalán. Otra página ofrece una galería de fotografías de lugares famosos de todo el mundo, entre ellos la Sagrada Familia, con fotos tomadas en 1991.
En la página “Gaudí and Art Nouveau in Catalonia” se califica a la Sagrada Familia como un lugar de máximo interés y ofrece información sobre cada una de las partes del templo: fachada de la Natividad, fachada de la Pasión y la iglesia, como tal. También incluye fotografías.
Finalmente, la página Gaudí Fantasía en piedra, es una Web con información sobre las distintas construcciones de este artista, y la página de la comisión para la beatificación de Antonio Gaudí, propone un interesante recorrido, en forma de un juego, que nos acerca a la vida del arquitecto y a su obra, centrándose en los aspectos cristianos y en su relación con Dios como creador de toda belleza.
Por Anna-Bel Carbonell y Thelma Gilsamaniego(SOI)