Amado Dios bondadoso y omnipotente, hoy me acerco hasta Ti, lleno de dicha y esperanza a darte gracias por permitirme despertar en este hermoso día. Gracias por todas las bendiciones con las que Tú colmas mi vida, gracias por la salud, por los alimentos, por la familia y porque me das la fuerza y la voluntad de avanzar cada mañana en el camino que me conduce a mis sueños.
Te ofrezco todos mis pensamientos, todas mis palabras y cada una de mis acciones de este nuevo día. Te suplico, amado Señor, que seas Tú orientando mis pasos y mis decisiones.
Dame sabiduría para elegir correctamente, dame fuerza para mantenerme firme aun en medio de las dificultades y dame comprensión para entender que tus tiempos son perfectos y que cada problema tiene una solución.
Padre celestial, confío en tu grandeza y en tu bondad y por eso, lleno de confianza, pongo mi vida y la vida de mi familia en tus manos. Permite que tu paz brille en nuestros corazones e ilumínanos en todo cuanto hagamos en este nuevo día. Por favor cúbrenos con tu hermoso manto de luz y esperanza y líbranos del mal, de la angustia injustificada y de los dolores físicos y del alma.
Amado Dios, yo te suplico en tu infinita misericordia que hoy seas Tú protegiéndonos donde quiera que nos encontremos, libéranos de todo peligro y del enemigo malvado. Por favor fortalece nuestra fe y guíanos por el camino que conduce hacia Ti, pues solo Tú nos harás descansar en verdes praderas con frescas aguas de vida.
Señor, hoy estoy vivo y estoy sano. Saldré a vivir este nuevo día lleno de gratitud y alegría por las bendiciones que Tú siempre me das. Por favor no me desampares ni un solo momento y abrázame a cada instante con tu hermoso amor, Amén.
(José Santiago Baños)