Primeras iniciativas misioneras de capuchinos y franciscanos en Norteamérica

Los misioneros capuchinos y franciscanos

Los capuchinos, unos pocos, que llegaron en 1632 hubieron de regresar a Europa. Otra expedición, conducida por el padre Pacífico de Provins, veterano misionero del Próximo Oriente, reunió en 1642 siete capuchinos al cuidado pastoral de varias estaciones de colonos. El padre Baltasar de París entró a los indios, y en 1648 había ya un grupo misionero de 12 sacerdotes y 5 hermanos. Pero en 1654, con el ataque de los puritanos ingleses, terminó la misión capuchina, que duró 22 años.

Los franciscanos, vetados por la Sociedad comercial que controlaba la zona, no pudieron misionar en la Nueva Francia hasta 1671, cuando la citada Sociedad fue suprimida, y la colonia pasó a depender de la corona francesa. Asumieron el cuidado pastoral de Trois-Rivières, isla Percée, en el golfo de San Lorenzo, y Fort Frontenac, en el lago Ontario. Abrieron noviciado en Quebec. También ellos, como los jesuitas, tuvieron varios mártires en sus misiones.

Varios franciscanos acompañaron al explorador La Salle, y llegaron en 1680 al río Illinois. Poco después el padre Gabriel de la Ribourde moría en manos de los kikapus. En 1687 el padre Zenobio Membré moría también acompañando a La Salle hacia Texas. El padre Nicolás Delhalle fue asesinado por los ottawas en 1706. El padre Leonardo Vatier fue muerto por los indios de Wisconsin en 1715. El padre Juan Martínez fue asesinado en 1720 por los indios de Misouri, en la Luisiana superior…

En el siglo XVII, en los años más duros de las misiones de la Nueva Francia, cuando aquellos santos jesuitas y otros religiosos misioneros sufrían atroces martirios, vivían en Quebec dos grandes santos: una monja de clausura y un obispo; y junto a Montreal una santa india. Recordemos la vida de los tres.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.