Escribe José Miguel Arráiz: “Recientemente navegando en Internet me encontré con un estudio anónimo que comentaba entre otras cosas, algunas razones por las cuales los libros deuterocanónicos no podían ser inspirados basadas en su contenido. Luego de investigar la fuente del estudio pude averiguar gracias a un buen amigo que estaba basado en el libro «La Biblia como se convirtió en Libro» de Terry Hall, donde hay un apéndice escrito por Roberto Lloyd que se llama «Porque no aceptamos los libros apócrifos«. Luego de leer con atención el estudio he querido hacer algunos comentarios al respecto…”
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