Padre Dios, pedimos tu misericordia por nuestro mundo, tan rebelde y a la vez tan necesitado.
Sabemos que nuestras rebeldías nos alejan de ti; pero también sabemos que es tan grande tu compasión que nuestras necesidades hacen que te acerques.
Gracias, Dios, porque no nos tratas desde el asco que generan nuestras culpas sino desde la ternura que brota de tu gracia inconmensurable.
En nombre de esa piedad te pedimos que te compadezcas de los muchos dolores, angustias y privaciones que tantos están sufriendo en su cuerpo y en su alma por esta pandemia.
¡Misericordia, Señor! Haz que cese pronto este flagelo y que nuestro mundo aprenda las lecciones que debe aprender ante todo en el amor y obediencia a tu Santa Voluntad. Amén.