Mientras que, según todas las indicaciones, el COVID-19 se detiene ante las vidas de los niños, el gobierno de Nueva Zelanda, dirigido además por una mujer, que tiene vientre y capacidad de vida, ha legalizado el 19 de Marzo de 2020 el aborto hasta el momento mismo del nacimiento. Vergüenza mundial.
Este es uno de esos casos en que uno debe rezar pidiendo a Dios que perturbe y aleje toda paz de la conciencia de quienes han perpetrado esa manera de garantizar el asesinato “legal” de inocentes.
Clamemos perdón y profunda conversión para todos. Qué dura esta cuaresma. No por un virus sino por la miseria de miserias que es dejar entrar el demonio en las leyes de un país.