¿Por qué tantos padres de familia son tan pasivos frente a las intromisiones del Estado en la educación moral o inmoral de los hijos?

Noticia en InfoCatólica: “El Primado de España no entiende la pasividad de los católicos ante la intromisión del Estado en la educación de sus hijos”

* * *

COMENTARIO:

Los padres no se interesan mucho por las intromisiones del Estado en la vida y valores de sus hijos porque a los padres no les interesaron mucho los hijos, ya de bastante tiempo atrás. Y lo que hay detrás es la dura y enraizada mentalidad anticoncepcionista.

Piénselo de esta manera: la gran mayoría de las parejas inician su relación con grandes dosis de sexo, bajo la condición explícita de que sea sexo ESTÉRIL. A menudo esto implica que pasan largos años en los que el mensaje “un niño es un problema” se graba más y más profundamente en lo profundo del cerebro y el corazón de ambos, y especialmente de la mujer.

Cuando finalmente las parejas se resuelven a tener “un hijo, o si acaso, dos” en esa frase esta implícito: “…no vaya a suceder que los hijos me obliguen a cambiar mis prioridades profesionales, mis presupuestos o mi estilo de vida.”

Los hijos son entonces vistos como una especie de “intrusos” en las vidas de sus padres. Y pregunto yo: ¿cómo se trata a un intruso? ¿Qué tanta preocupación o tiempo se quiere gastar en alguien que, desde esta perspectiva egoísta, solo produce gastos, reclama tiempo precioso y además pone no pocos problemas?

Es entonces muy lógico que ese modelo de padres tengan un interés mínimo, tibio y tardío cuando se trata de infundir verdaderos principios morales y espirituales en los hijos. Les resulta mucho más cómodo seguir pasivamente el camino de adoctrinamiento que les marca el Estado.