Las dos palabras claves en cuanto al perdón, en el Padrenuestro, son: “soltar” (que se suele traducir por “perdonar”) y “deudas/obstáculos” (que se suele traducir hoy por “ofensas”). El sentido general parece ser el de quitar todo obstáculo que debe o aplace la obra de Dios, es decir, su reinado y su voluntad. En ese sentido, le pedimos a Dios que deshaga todo nudo, y derribe toda barrera que nosotros hemos creado por nuestros pecados. Con respecto al prójimo, lo que ofrecemos es el primer acto del perdón, es decir, el “soltar,” el no obsesionarse por una victoria a base de venganza, el entregar todo al Señor, y así dejarlo obrar en nuestras historias malheridas.