Siempre unidos en oración junto a San Ignacio de Loyola

La única actitud razonable y católica frente a la Compañía de Jesús, es decir, aquellos a quienes llamamos “Jesuitas,” es: agradecimiento a Dios por la obra que han realizado y ferviente oración para que todos sean fieles al precioso carisma que les dejó su fundador San Ignacio de Loyola, cuya fiesta es el 31 de Julio.

Debemos comprender que los Jesuitas son la Comunidad Religiosa más grande, la que está presente en más lugares, la que en cierto sentido tiene una influencia mayor dentro del conjunto de la Iglesia Católica. Ello es quizás más visible a partir del hecho de que en la persona del Papa Francisco tenemos al primer Papa elegido de entre los miembros de tal Comunidad.

Por eso mismo, los Jesuitas han asumido riesgos y han intentado tareas que en muchos casos están a la vanguardia de todo lo que hace la Iglesia. En muchos casos han acertado; en otros, no. Uno quisiera poder decir que todo lo han hecho bien y que siempre han sido perfectos y fieles en vida y doctrina pero eso no es cierto.

Con realismo, uno debe entender que el demonio ataca con mayor fuerza al que podría hacer mayor bien, y por eso es responsabilidad nuestra orar, y en algún caso: amonestar con afecto de hermanos a los miembros de la Compañía de Jesús, para que estén siempre a la altura del lugar que Dios le s ha dado en el conjunto de la Santa Iglesia Católica.

Amén.