“Los expertos en Bioética recuerdan que “la experiencia de ansiedad o infelicidad asociada a esta convicción se conoce como disforia de género” y para conseguir la llamada “transición de género” se utilizan hormonas, tratamientos quirúrgicos o ambos. Pero el texto clarifica que “el concepto de transición de género está en oposición radical con una comprensión adecuada de la naturaleza de la persona humana. Se presupone que hay un ‘yo’ separado del cuerpo y que, por tanto, podría estar en el cuerpo equivocado. Sin embargo, la persona humana es una unidad cuerpo-alma plena, no es un ‘fantasma en la máquina’ o un espíritu que habita en el cuerpo. Una persona en particular no se limita a tener un cuerpo: él o ella es ese cuerpo”. El Papa San Juan Pablo II explicaba sobre esto que “el cuerpo humano expresa la persona”…”
Haz clic aquí!