1. Introducción: Relación entre lo antiguo y lo profundo
* Origen del retiro es un tema pendiente. Tema rico y amplio que es bueno darle tiempo. Con este tema introductorio se pretende dar una base hermenéutica (interpretación) para explicar el conjunto del retiro.
* ¿Qué es nuestro pasado? Aparentemente es una pregunta abstracta. ¿Distancia? ¿Recuerdo? En la Biblia esta pregunta cobra importancia: la Pascua queda en el pasado. El Pueblo parece que lo que ya pasó pierde importancia. Las nuevas dificultades parece que provoca un olvido del pasado. Nosotros mismos asociamos al pasado los fervores especiales de los comienzos pero pasa y se convierte todo en rutina.
* San Pablo le dijo a Timoteo “acuérdate a Jesucristo”. En el Apocalipsis 3,4 se recomienda en forma de regaño “has olvidado tu primer amor”. En la Eucaristía celebramos una memoria(l) de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, “haced esto en memoria mía”. Este sacrificio debe permanecer fresco en nuestra memoria.
* La memoria es importante porque sino corremos el peligro que la memoria se nos vaya, el peligro de perderla. Cuando somos conscientes de nuestra historia es difícil que se nos pueda manipular. Sin raíces es fácil que nos manejen.
* Lo antiguo cuando se queda solo en lo antiguo, queda relegado al pasado, pero cuando el Señor nos pide celebrar la Pascua, el ritual indica que el menor de la casa pregunte porqué esta noche es diferente a las otras noches. Sin esa pregunta la Pascua es una comida más, pero al saber (relato de la historia del Pueblo liberado por Dios) porqué esa noche es distinta, eso hace a la Pascua algo más que una cena. La memoria es fundamental.
* El pasado no puede ser simplemente antiguo. Se quiere que el pasado pase a ser profundo. En nuestras historias, el pasado es horizontal y se pierde. En las historias bíblicas se propone una memoria vertical. Lo que sucede se convierte en el cimiento, un cimiento que siempre es importante. La memoria humana se debate entre los recuerdos antiguos o en los recuerdos profundos. Los grandes formadores nos dejan recuerdos que no son antiguos sino que los llevo conmigo, como cimiento. El cimiento es importante todos los días.
* Para San Pablo, Cristo es la roca, el cimiento que permanece y nadie puede poner otro. Nuestra vida está fundamentada por la Pascua, quiere decir que nuestra vida es Pascua cada día. La Pascua es un recuerdo que se renueva cada día.
* La memoria comparada con un baúl o un cofre no es una buena comparación. Lo que guardamos no aumenta ni disminuye. El cofre congela el contenido. La memoria para el mundo hoy en día se entiende como congelar el momento. La Biblia tiene una idea diferente: el retorno a la fuente o al pozo, esa la memoria. La memoria es un árbol que crece dentro de nosotros y que se confunde con nosotros mismos. A la samaritana le dice Jesús que el agua que le dará no necesitará más agua, ella se vuelve ‘pozo’.
* ¿Qué pasó con el Día de la ira? La Ira de Dios es la acumulación de la consecuencias de nuestros pecados (que sus consecuencias se suman). Los profetas hablan de la ira del Señor. Después de todos esos anuncios viene la misericordia con Jesús. ¿Y la Ira de Dios que iba a venir? Cristo condensa todas las eras, todas las edades y sobre la cruz caen todas las consecuencias de los pecados (la Ira). Cristo es la memoria viva. San Pablo dice que nosotros hemos muerto con Cristo porque en Él se condensa todo.
* San Melitón de Sardes dice que Cristo es el resumen de toda la historia. En el capítulo 1 del Apocalipsis es fundamental para un contemplativo. En la actualidad se cae en la trampa de buscar momentos, fotos con el afán de controlar, de congelar, de idolatrar las imágenes. La verdad no está en un momento, sino en un camino.
* El reto en la memoria y en la vocación religiosa es que no nos quedemos atrás. Hemos de volver a fuente una y otra vez. La verdadera memoria es cimiento, algo profundo, no algo antiguo. La belleza está en el conjunto de los días. Ahí en ese camino, recuerdo vivo, donde la Palabra se hace verdad.
* Al igual que pasa con el matrimonio, la verdad del “te amo” se encuentra en el camino. El Pueblo de Israel es el pueblo de la ‘escucha’ porque el que escucha no controla, el que escucha obedece, cree, ama y espera.
(1) La memoria no es lo antiguo sino lo profundo.
(2) La memoria no es el paisaje sino el cimiento.
(3) La memoria no es el cofre sino la fuente y el árbol.
* Así aprendieron a recordar. Hay que redescubrir qué paso el día que me bautizaron, ordenaron, qué significa la Eucaristía, qué significa comulgar, qué significa que Dios me ha elegido. Todos los días hay que recordar, porque todos los días el edificio se mantiene en los cimientos.