Sacramento de la Confesión – Confesión y Penitencia – Segundo Milenio
La idea de Comunión (koinonía) es clave en el Primer Milenio, mientras que es Gracia la que resulta fundamental en el Segundo, sin ser términos excluyentes. Hay tres riesgos que se corren al no entenderse bien el concepto de la Penitencia en el Segundo Milenio:
- riesgo de suprimir la Gracia,
- riesgo de cosificar la Gracia,
- riesgo de subjetivar la Gracia.
Riesgo de suprimir la Gracia.
- Se trata de creer que yo estoy comprando el amor de Dios, pero el perdón de Dios no se compra según en el NT.
- Un peligro que conlleva la penitencia es que puede dar la sensación que es uno el que consigue el perdón por el acto penitencial olvidándose que ya Cristo lo consiguió en la Cruz.
- Hay una perdida de claridad ante el infinito valor del sacrificio de Jesucristo.
Riesgo de cosificar la Gracia.
- La Gracia se convierte en algo (cosa) que tengo o pierdo. Pero la Gracia no es tanto algo que se tiene, como estar en plena Comunión con Dios.
- Se cosifica la Gracia en el Matrimonio cuando llevando una vida ajena al Evangelio y sin embargo se exige la ceremonia. Al igual sucede cuando se pretende comulgar por homenajear a un difunto. Se cosifica la Gracia, la Absolución y la Hostia Consagrada.
- Los Sacramentales (imágenes, agua bendita, escapulario, estampa,…) también llegan a cosificar con la consiguiente burla al poder de Dios.
Riesgo de subjetivar la Gracia.
- Se cae en error contrario a la objetivización (cosificación) que consiste en la subjetivización: la Gracia solo la puedo juzgar yo. Como Lutero pensaba, solo mi conciencia y la Biblia son suficientes.
- Al igual que la cosificación lleva a la idolatría y la superstición, mientras que la subjetivización cae en el relativismo.
¿Cómo resuelve la Iglesia estos riesgos?
El análisis sereno de la Teología fue el que ayudó a entender correctamente la teoría del Perdón y la Gracia. La exposición sistemática de estos conceptos fue la que aclaró dudas y disipó los riesgos. Véase Suma Teológica – Parte IIIa – Cuestión 90, donde Santo Tomás trata el Sacramento de la Penitencia.
Aportes de Santo Tomás:
Relación entre la virtud de la Penitencia y el sacramento de la Penitencia. (véase IIIª q. 84 a. 8 y también IIIª q. 84 a. 10 ad 4.). Sto. Tomás recupera la dimensión existencial del arrepentimiento en una época en la que se ya se empezaba el fenómeno de la cosificación. El arrepentimiento es un dolor de amor frente al mal conocido. La inteligencia (ve la incoherencia) y la voluntad (se duele del mal) entran en funcionamiento en el arrepentimiento.
Al hablar de virtud se está refiriendo a un camino que no se hace solo sino en unión con Cristo para la remisión de los pecados (“completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia” Col. 1, 24).
Partes del sacramento de la Penitencia.
- Contrición: dolor de corazón y propósito de enmienda.
- Confesión: confesión oral de los pecados.
- Satisfacción: cumplir la penitencia.
Análisis del Concilio de Trento (9 capítulos)
- Cap. I. De la necesidad e institución del sacramento de la Penitencia.
- Cap. II. De la diferencia entre el sacramento de la Penitencia y el Bautismo.
- Cap. III. De las partes y fruto de este Sacramento.
- Cap. IV. De la Contrición.
- Cap. V. De la Confesión.
- Cap. VI. Del ministro de este Sacramento, y de la Absolución.
- Cap. VII. De los casos reservados.
- Cap. VIII. De la necesidad y fruto de la Satisfacción.
- Cap. IX. De las obras satisfactorias.
Como ejemplo, en el capítulo VIII se dice: “…corresponde a la clemencia divina, que no se nos perdonen los pecados, sin que demos alguna satisfacción; no sea que tomando ocasión de esto, y persuadiéndonos que los pecados son más leves, procedamos como injuriosos, e insolentes contra el Espíritu Santo, y caigamos en otros muchos más graves, …” Lo cual significa que las obras satisfactorias son pura misericordia divina que actúa como “medicina” para curar los malos actos y para ayudar a crear nuevos hábitos de conducta. El Concilio de Trento, por tanto, aporta una gran clarificación sobre los problemas de la cosificación y supresión de la Gracia.
Aportes del Concilio Vaticano II.
- Ubicación teológica del sacramento de la Penitencia.
- Hay que situarlo en la estructura de la Iglesia teniendo en cuenta la dimensión comunitaria del pecado.
- Se recupera dimensión eclesiológica y comunitaria del pecado.
- Recuerda que la forma ordinaria de la Penitencia es la Confesión individual.
- Solo en caso de peligro de muerte, no convirtamos la excepción en norma.
- Recuperar la conciencia del don.
- El Concilio quiere subrayar el papel fundamental de la misericordia divina.