#CompletasFrayNelson para el Jueves
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
La verdadera felicidad depende de acoger la Palabra, llevarla en nuestro corazón haciéndonos nuevos, y compartir con los demás a través de la evangelización.
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“El desconocimiento de lo que el noviazgo y las relaciones de pareja significan, se convierte en muchas ocasiones en motivo de infelicidad para la pareja. Se confunde el amor con el sentimiento superficial y pasajero, cuando no con el deseo. El sexo aparece como el centro de muchas relaciones, lo que está llevando a las parejas a casarse sin conocerse. Se confunde sentimiento con sentimentalismo, y cuando éste es negativo pensamos que se ha acabado el amor…”
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Todavía más elocuente es el hecho ocurrido con otra señora, llamada Banetti, campesina residente a algunos kilómetros de Turín, en Italia. El día 20 de septiembre, fecha en que se conmemoraba la recepción de los estigmas del padre Pío, era costumbre que las personas más devotadas del santo confesor le enviaran cartas de las más variadas partes de Italia y hasta de otros países.
La señora Banetti no encontró quien fuera a la ciudad para poner su carta en el correo. Se encontraba afligida por no poder enviar sus saludos a san Pío. Se acordó, entretanto, de la recomendación que le hiciera el santo, en la última vez que con él estuvo: “Cuando sea preciso, manda tu ángel de la guarda conmigo”.
En el mismo instante dirigió una oración a su celeste guardador: “Oh mi buen ángel, llevad vos mismo mis saludos al padre, pues no tengo otra forma de mandarlos”.
Pocos días después, la señora Banetti recibe una carta venida de San Giovanni Rotondo, lugar donde vivía San Pío, enviada por la señora Rosine Placentino, con las siguientes palabras: “El padre me pide que le agradezca en su nombre los votos espirituales que le enviaste”.