La compasión es una virtud que se deriva del valor del amor.
La verdadera compasión consiste en percibir la angustia ajena y hacerla nuestra.
La compasión no puede esperar, hay que actuar en el preciso instante en que alguien nos necesita.
Muchas veces es más cómodo no involucrarnos en la angustia de los demás, bajo pretexto de que somos discretos y prudentes; cuando en realidad lo que sucede es que estamos siendo controlados por nuestro egoísmo.
Las siguientes palabras, resumen de una manera poética, en qué consiste la compasión:
No es lo que has hecho, sino lo que no has hecho lo que causa congoja al caer el sol.
La tierna palabra olvidada, la carta que no escribiste, las flores que no enviaste, son fantasmas en la noche.
La piedra que no apartaste del camino de un hermano, el consejo alentador que no te atreviste a dar, esa caricia afectuosa, esa palabra amorosa en la que nunca pensaste, sumido en tus propias penas.
Margaret E. Sangster