Del Antiguo Testamento podemos aprender a levantar nuestros deseos y purificar nuestros impulsos, sobre todo cuando se trata de buscar justicia.
LA GRACIA del Sábado 25 de Julio de 2015
FIESTA DE SANTIAGO, APÓSTOL
Al comulgar pidamos a Cristo que transforme nuestras codicias, anhelos y rebeldías en celo por su causa y por testificar que Él es el Señor.
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VÍSPERAS 20150723
ALIMENTO 20150725
Caen las máscaras del macabro negocio del aborto
A pesar de la despreciable complicidad de las grandes cadenas de noticias, que cuando quieren arman escándalo de lo que quieren, poco a poco van saliendo a luz cifras increíbles en cuanto a las ganancia que produce el aborto a empresas de muerte como Planned Parenthood; al mismo tiempo se revelan grados escalofriantes de insensibilidad y cinismo. Semejante abismo de inmoralidad financiada parecería tragarse para siempre a quienes allí trabajan pero la sorpresa es que sí hay gente que ha salido de ese medio y han tenido una conversión.
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Nada es demasiado pequeño para un alma grande
Hacía frío. Dos monjes piadosos, uno muy joven y otro muy mayor hacían su rato de oración en el templo de la gran abadía. Por calentarse un poco, el monje mayor empieza a caminar por el corredor central, que va al altar mayor.
Hacia la mitad de la iglesia, el joven, con más calorías, permanece sentado por tiempos, y por tiempos se postra, de modo que puede sentir el paso ágil del mayor en sus recorridos hacia el altar y luego hacia la puerta, a ritmo sostenido.
Llevado en parte por la piedad, el joven preguntó:
– Cuando vas hacia el altar, ¿qué pensamiento viene más a tu mente?
– Que es el Señor quien me está llamando, respondió el anciano monje.
– Pero entonces, al alejarte de nuevo en tu recorrido, ¿sientes que te apartas de él?
– No. Siento que el mismo Señor que me llama a amarle, luego me envía a amar a mis hermanos.
El muchacho se quedó admirado de cómo aún en lo más pequeño puede haber grandes mensajes para las almas grandes.