#VisperasFrayNelson para el Jueves III de Pascua
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
#VisperasFrayNelson para el Jueves III de Pascua
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¿Qué significa la palabra Pentecostés?
La palabra Pentecostés viene del griego y significa el día quincuagésimo, es decir el 50. Y ese día se cumplen 50 días después de la Pascua es decir después del Domingo de Resurrección. Así pues en el domingo de Pentecostés se pone término al tiempo pascual.
¿Qué se celebra?
Durante Pentecostés se celebra el descenso del Espíritu Santo y el inicio de las actividades de la Iglesia. Por ello también se le conoce como la celebración del Espíritu Santo. En la liturgia católica es la fiesta más importante después de la Pascua y la Navidad.
¿Es netamente católica esta fiesta?
El fondo histórico de tal celebración se basa en la fiesta semanal judía llamada Shavuot, durante la cual se celebra el quincuagésimo o los 50 días de la aparición de Dios en el monte Sinaí, Cuando Dios entrega los mandamientos al Pueblo de Israel. Los primeros cristianos son judíos y estaban reunidos en ese día del Pentecostés judío cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos. La Biblia en el libro de los hechos de los apóstoles narra así el acontecimiento: “Cuando llegó la fiesta de Pentecostés, todos los creyentes se encontraban reunidos en un mismo lugar. De repente, un gran ruido que venía del cielo, como de un viento fuerte, resonó en toda la casa donde ellos estaban. Se les aparecieron lenguas como de fuego que se repartieron, y sobre cada uno de ellos se asentó una. Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu hacía que hablaran”. Hechos 2, 1-4
¿Y desde esa fecha se celebra Pentecostés?
Al principio los cristianos no celebraban esta fiesta. Las primeras alusiones a su celebración se encuentran en escritos de San Irineo, Tertuliano y Orígenes, esto es al final del siglo II y principio del III. Ya en el siglo IV hay testimonios de que en las grandes Iglesias de Constantinopla, Roma y Milán, así como en la Península Ibérica, se festejaba el último día de la cincuentena pascual la venida del Espíritu Santo en la Iglesia. Con el tiempo se le fue dando mayor importancia a este día.
¿Cuál es el significado de esta fiesta?
Pentecostés es fiesta pascual y fiesta del Espíritu Santo. La Iglesia sabe que nace en la Resurrección de Cristo, pero se confirma con la venida del Espíritu Santo. Es hasta entonces, que los Apóstoles acaban de comprender para qué fueron convocados por Jesús; para qué fueron preparados durante esos tres años de convivencia íntima con Él.
La Fiesta de Pentecostés es como el “aniversario” de la Iglesia. El Espíritu Santo desciende sobre aquella comunidad naciente y temerosa, infundiendo sobre ella sus siete dones, dándoles el valor necesario para anunciar la Buena Nueva de Jesús; para preservarlos en la verdad, como Jesús lo había prometido (Jn 14.15); para disponerlos a ser sus testigos; para ir, bautizar y enseñar a todas las naciones. En esta fiesta se utiliza el color rojo para el altar y las vestiduras del sacerdote; simboliza el fuego del Espíritu Santo.
¿Y solamente el Espíritu Santo da 7 dones?
El catecismo dice en su número 1831: Los siete dones del Espíritu Santo son: Sabiduría, inteligencia, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios. Pertenecen en plenitud a Cristo, Hijo de David (cf Is 11, 1-2). Completan y llevan a su perfección las virtudes de quienes los reciben. Hacen a los fieles dóciles para obedecer con prontitud a las inspiraciones divinas. Pero los 7 dones del Espíritu santo que aparecen en Isaías 11 no son los únicos. El Espíritu Santo tiene cantidad de dones incontables y no solamente 7.
#LaudesFrayNelson para el Jueves III de Pascua
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Miércoles – La noche será mi maestra
/La noche será mi maestra,
la noche, la luna y las estrellas./
1. Habitaré su soledad como un aula,
de su silencio aprenderé la enseñanza,
/y esperaré la mañana,
aguardaré el sol de tu gracia./
2. Cantos de gozo regalaste a mi alma,
yo cantaré para tu honor y alabanza,
/y esperaré la mañana,
aguardaré el sol de tu gracia./
Amén.
Una cosa es vivir y otra es simplemente aplazar la muerte.
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“El Departamento de Justicia de EE.UU. y el FBI admitieron [recientemente] que una unidad forense dio testimonios con errores en 257 juicios durante más de dos décadas, entre ellos 32 casos que acabaron en sentencia a muerte y que han resultado en la ejecución o fallecimiento de 14 personas…”
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Una mañana, «como por pasatiempo», fue Cortés a visitar el gran teocali, acompañado por el capitán Andrés Tapia -por quien conocemos al detalle la escena-, con una decena más de españoles. Por las empinadas gradas frontales, ciento catorce, subieron a lo alto de la terraza superior del cu, se aproximaron a los dos templetes de los ídolos, y retirando con sus espadas las cortinas, contemplaron su aspecto horrible y fascinante: «son figuras de maravillosa grandeza y altura, y de muchas labores esculpidas», le escribirá después Cortés al Emperador en su II Carta.
Los ídolos, cuenta Tapia, «tenían mucha sangre, del gordor de dos y tres dedos, y [Cortés] descubrió los ídolos de pedrería, y miró por allí lo que se pudo ver, y suspiró habiéndose puesto algo triste, y dijo, que todos lo oímos: “¡Oh Dios!, ¿por qué consientes que tan grandemente el diablo sea honrado en esta tierra? Ha, Señor, por bien que en ella te sirvamos”. Y mandó llamar los intérpretes, y ya al ruido de los cascabeles se había llegado gente de aquella de los ídolos, y díjoles: “Dios que hizo el cielo y la tierra os hizo a vosotros y a nosotros y a todos, y cría con lo que nos mantenemos; y si fuéremos buenos nos llevará al cielo, y si no, iremos al infierno, como más largamente os diré cuando más nos entendamos; y yo quiero que aquí donde tenéis estos ídolos esté la imagen de Dios y de su Madre bendita, y traed agua para lavar estas paredes, y quitaremos de aquí todo esto”.
«Ellos se reían, como que no fuese posible hacerse, y dijeron: “No solamente esta ciudad, pero toda la tierra junta tiene a éstos por sus dioses, y aquí está esto por Huichilobos, cuyos somos; y toda la gente no tiene en nada a sus padres y madres e hijos en comparación de éste, y determinarán de morir; y cata [mira] que de verte subir aquí se han puesto todos en armas, y quieren morir por sus dioses”.
«El marqués [Cortés, luego marqués de Oaxaca] dijo a un español que fuese a que tuviesen gran recaudo en la persona de Muteczuma, y envió a que viniesen treinta o cuarenta hombres allí con él, y respondió a aquellos sacerdotes: “Mucho me holgaré yo de pelear por mi Dios contra vuestros dioses, que son nonada”. Y antes que los españoles por quien había enviado viniesen, enojóse de las palabras que oía, y tomó con una barra de hierro que estaba allí, y comenzó a dar en los ídolos de pedrería; y yo prometo mi fe de gentilhombre que me parece agora que el marqués saltaba sobrenatural, y se abalanzaba tomando la barra por en medio a dar en lo más alto de los ojos del ídolo, y así le quitó las máscaras de oro con la barra, diciendo: “A algo nos hemos de poner [exponer] por Dios”.
«Aquella gente lo hicieron saber a Muteczuma, que estaba cerca de ahí el aposento, y Muteczuma envió a rogar al marqués que le dejase venir allí, y que en tanto que venía no hiciese mal en los ídolos. El marqués mandó que viniese con gente que le guardase, y venido le decía que pusiésemos a nuestras imágenes a una parte [la Cruz y la Virgen] y dejásemos sus dioses a otra. El marqués no quiso. Muteczuma dijo: “Pues yo trabajaré que se haga lo que queréis; pero habéisnos de dar los ídolos que los llevemos donde quisiéremos”. Y el marqués se los dio, diciéndoles: “Ved que son de piedra, e creed en Dios que hizo el cielo y la tierra, y por la obra conoceréis al maestro”».
Los ídolos fueron descendidos de buena manera, en seguida se lavó de sangre aquel matadero de hombres, se construyeron dos altares, y se pusieron en uno «la imagen de Nuestra Señora en un retablico de tabla, y en otro la de Sant Cristóbal, porque no había entonces otras imágenes, y dende aquí en adelante se decía allí misa».
Lo malo fue que sobrevino una sequía, y los indios se le quejaron a Cortés de que era debido a que les quitó sus dioses. «El marqués les certificó que presto llovería, y a todos nos encomendó que rogásemos a Dios por agua; y así otro día fuimos en procesión a la torre [del teocali], y allá se dijo misa, y hacía buen sol, y cuando vinimos llovía tanto que andábamos en el patio los pies cubiertos de agua; y así los indios se maravillaron mucho» (AV, La conquista 110-112).
Esa escena formidable en la que Cortés, saltando sobrenatural, destruye a Huichilobos, puede considerarse como un momento decisivo de la conquista de la Nueva España. No olvidemos que Moctezuma era no sólo el señor principal de México, el Uei Tlatoani, sino también el sacerdote supremo de la religión nacional. La primera caída del poder azteca no se debió tanto a la victoria militar de unas fuerzas extranjeras más poderosas, pues sin duda hubo momentos en que los aztecas, fortísimos guerreros, hubieran podido comerse –literalmente hablando– a los españoles; sino que se produjo ante todo como una victoria religiosa. El corazón de Moctezuma y de su pueblo había quedado yerto y sin valor cuando se vio desasistido por sus dioses humillados, y cuando la presencia de los teúles españoles fue entendida como la llegada de aquellos señores poderosos que tenían que venir.
El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.
#VisperasFrayNelson para el Miércoles III de Pascua
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#LaudesFrayNelson para el Miércoles III de Pascua
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Martes – Es la hora del descanso
Es la hora del descanso;
una dulce paz se siente;
la semilla, allá en el campo,
sin que nadie sepa, crece,
y al abrigo de su claustro
los frailes de Domingo duermen.
Mas no todo está tranquilo
porque el alma se estremece;
es el alma de Domingo,
que con gritos intercede
suplicando al Dios altísimo
por tantos pecadores que perecen.
Y su voz rompe los aires,
rompe muros y paredes,
cruza tierras, también mares,
y se escucha, clara y fuerte,
en sus monjas y en sus frailes,
y allí donde el amor florece.
En la noche nuestro ruego
no descansa, y ya no muere:
que el amor encienda fuego
y la Iglesia se renueve;
que tu voz rompa el sosiego:
¡Oh padre Domingo, vuelve!
Amén.
Inesperada y hermosa relación entre los verbos creer y comer, según San Juan.
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#VisperasFrayNelson para el Martes III de Pascua
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Fray Nelson,por favor conoce usted a Luisa Picarreta,me puede dar su comentario acerca del Don de la Divina Voluntad y de sus escritos. Gracias. – S.M.R.
* * *
Esta respuesta de Catholic.net creo que es suficiente y clara, por: Colin B. Donovan S.T.L. | Fuente: EWTN
Abstenerse prudentemente de las prácticas espirituales que promueve este movimiento hasta que la Iglesia concluya su investigación y declare su decisión.
Luisa Piccareta fue una señora piadosa quien vivió su vida en cama por razón de una gran enfermedad y fue conocida por su vida de oración y sufrimiento.
Ella tuvo directores espirituales asignados por su obispo por varias décadas, uno de ellos fue el beato Aníbal de Francia.
Escribió unos 40 libros conteniendo revelaciones privadas acerca de una era futura parecida al paraíso (el Reino de la Voluntad Divina) en donde las almas serán tan unidas a la Voluntad de Dios que parecerán ser una sola voluntad junto al Señor.
Luisa decía que ella fue la primera persona desde la Virgen María que recibió esta gracia singular de la Voluntad Divina (ella declaró también que la tuvieron Adán y Eva en su estado original), y que por eso su santidad sobrepasó la de todos los santos exceptuando la santidad de la Virgen María.
Cuando Luisa murió en 1947 sus obras fueron tomadas bajo custodia de la Congregación de la Doctrina de la Fe, donde permanecieron hasta 1995. En dicho año, ejemplares de estos libros fueron entregados al cuidado del Arzobispo de Trani en Italia (donde ella vivió y murió), y donde empezó el proceso de canonización a nivel diocesano. Esta primera etapa hacia la canonización reconoció su “fama de santa” y le dio el privilegio de ser llamada “sierva de Dios”. Como parte de este proceso en Trani sus escritos fueron estudiados teológicamente y dichos estudios fueron completados positivamente.
A pesar de estas indicaciones positivas, los escritos de Luisa acerca de la Voluntad Divina contienen mucho material difícil y de naturaleza innovadora. Estos cubren temas sobre los cuales sólo aparecen pequeños rasgos en la palabra de Dios y la Sagrada Tradición de la Iglesia. En particular a lo que se refiere a la Voluntad Divina y la gracia especial que se le entregó a ella y que será dada a todos los que habiten en el Reino de la Voluntad Divina. Ya que las revelaciones privadas no pueden añadir nada esencialmente nuevo a la Revelación Pública, aún cuando tales temas puedan ayudarnos a profundizar lo que ya la Iglesia sí posee como revelación de Dios, es el trabajo de aquellos quienes explican la fe católica a otros (incluyendo a sus promotores autorizados) que reconcilien dicha materia con la enseñanza de la Iglesia. Interpretaciones pobres y falsas de los escritos de Luisa ya han escandalizado a muchos fieles en la Iglesia, quienes entonces atribuyen dichos errores a la sierva de Dios.
Aún así, los doctos Católicos recalcan varios inconvenientes teológicos en el movimiento de la Voluntad Divina basándose en el contenido de los propios escritos. Esto se debe en parte a que la Congregación condenó tres volúmenes de esta obra y 50 años más tarde publicó los mismos libros. El Padre William Most (quien falleció recientemente) y el Padre Terrence Staples (hermano de Tim Staples) han escrito acerca de estos materiales. En resumen las faltas más graves de estas obras son:
1). La ubicación de una sola voluntad humana-divina en las personas que reciban la ya mencionada gracia especial que, por analogía, parece ser lo mismo que la Iglesia condenó como la herejía del monotelitismo (una sola voluntad) respecto al Señor y que aparenta contradecir la doctrina Católica,
2). La sugerencia que esta gracia especial es diferente a la Unión que los grandes doctores de la Iglesia ya describen, tales como Santo Tomás de Aquino, Santa Teresa de Avila y San Juan de la Cruz y
3) que la doctrina de la Voluntad Divina obliga a la Iglesia, que contradice la doctrina oficial de la Iglesia acerca de las revelaciones privadas y públicas. Ya que no hay revelación nueva que obligue a los fieles de la Iglesia con la fe divina y Católica, y si los escritos de Luisa no pueden ser reconciliados con la enseñanza de la Iglesia las revelaciones de Luisa se mostrarán que no son de Dios.
Debido a la confusión que ha surgido y la controversia que continúa, el periódico Católico “Our Sunday Visitor” reportó el 22 de febrero de 1998 que el “Arzobispo Carmelo Cassati, M.S.C. de Trani en Italia, la diócesis de Piccarreta, pidió que el estilo de ella rezar llamado el “Reino de la Voluntad Divina”, no sea promovido hasta que las controversias pueden aclararse.” El artículo continuó diciendo, “los líderes de la Causa (hacia la santidad de Luisa) anunciaron que el estudio teológico de dichos escritos se reabrirá.”
Aquí yace el estudio que empezó en Mayo del año 1998.
Los fieles han de observar este precepto para que no promuevan los escritos ni el movimiento de la Voluntad Divina. Ellos han de abstenerse prudentemente de las prácticas espirituales que promueve este movimiento hasta que la Iglesia concluya su investigación y declare su decisión.
Los fieles han de observar este precepto para que no promuevan los escritos ni el movimiento de la Voluntad Divina. Ellos han de abstenerse prudentemente de las prácticas espirituales que promueve este movimiento hasta que la Iglesia concluya su investigación y declare su decisión.
En el documento de 1998, el Arzobispo de Trani pidió que no se promoviera públicamente la doctrina del Vivir en la Divina Voluntad ni se editaran nuevos escritos de Luisa sin su conocimiento, no que no se promovieran en absoluto.
En otro documento emitido por la Arquidiócesis de Trani el 16 agosto 2003 claramente afirma que lo que está permitido y de qué manera lo está:
8. c) Las conferencias y los retiros son permitidos sólo por el Ordinario del lugar, que vigila sobre la formación de sus fieles en comunión con sus Hermanos Obispos.
9. Se pueden formar grupos de oración para la Beatificación de Luisa.
a) Se pueden pedir gracias por intercesión de Luisa. Si se verifica alguna cosa extraordinaria es bueno informar al Obispo de lugar, quien enviará una documentación oficial, según las normas de 1983 de la Congregación de los Santos, a la Postulación de Trani.
b) Se puede ayudar a las personas a comprender mejor la Divina Voluntad según la Doctrina de la Iglesia. También Luisa vivió según la guía de la Iglesia.
c) Se pueden imprimir y difundir pequeñas biografías de Luisa y hacer conocer sus virtudes heroicas.
d) Seguir siempre la enseñanza de la Iglesia para imitar a Luisa y caminar por el camino de la Santidad. Evitar escuchar pareceres de teólogos, que no son obedientes a la Iglesia.
De manera que, si bien está abierto el Proceso de Beatificación de Luisa y todavía no concluye, está permitido por la Iglesia difundir la figura de Luisa Piccarreta, como ejemplo de virtudes heroicas y de vida cristiana, pedir su intercesión y formar grupos de oración (inciso a y c).
Asimismo está permitido por la Iglesia explicar la espiritualidad de Vivir en la Voluntad Divina, contenida en los escritos de Luisa, para ayudar a que las personas entiendan y vivan esta espiritualidad correctamente, de acuerdo a la doctrina de la Iglesia, a ejemplo de Luisa (incisos b y d). Esto de manera privada y en conferencias y retiros, sólo con el permiso del ordinario del lugar (inciso c del n. 8).
Asimismo la Iglesia pone alerta a todos a no escuchar cualquier tipo de pareceres, opiniones o juicios sobre Luisa, aun cuando sean hasta de teólogos, si no actúan en obediencia a la Iglesia universal, a sus leyes canónicas, en respeto y en comunión con la Autoridad Competente; como quienes que se atreven a dar juicios negativos sobre los escritos de Luisa cuando no han recibido el cargo de censores de ellos de parte de la Arquidiócesis de Trani, o recomiendan no promover y abstenerse de las prácticas espirituales de esta espiritualidad, desconociendo las disposiciones oficiales emitidas por la Autoridad Legítima, que tiene a su cargo y estudio todo lo relacionado con Luisa, debido a su Causa de Beatificación, según las leyes canónicas (inciso d).
El estudio teológico de los escritos de Luisa continúa su curso dentro del proceso de Beatificación de Luisa, de manera secreta, y la Iglesia tendrá su tiempo justo para dar a conocer su juicio definitivo; no porque hasta ahora estas personas no se hayan enterado en qué va el estudio significa que no continúe.
Para conocer la declaración del Obispo de Trani, se puede descargar en italiano en: http://www.webdiocesi.chiesacattolica.it/pls/cci_dioc_new/bd_edit_doc_dioc.edit_documento?p_id=901470&id_pagina=5423&rifi=&rifp=
En cuanto a los difusores o propagadores, hay quienes mantienen comunión con la Autoridad Competente y se someten a sus disposiciones y hay quienes no lo hacen así. En esto también hay que tener atención.