#LaudesFrayNelson para la Memoria de los Santos Pablo Miki y compañeros mártires
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
#LaudesFrayNelson para la Memoria de los Santos Pablo Miki y compañeros mártires
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Al final, los apóstoles descubrieron que su descanso estaba en la palabra y la presencia de Cristo.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
#VisperasFrayNelson para la Memoria de Santa Águeda, virgen y mártir
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Dios de los padres y Señor de misericordia,
que con tu palabra hiciste todas las cosas,
y en tu sabiduría formaste al hombre,
para que dominase sobre tus criaturas,
y para regir el mundo con santidad y justicia,
y para administrar justicia con rectitud de corazón.
Dame la sabiduría asistente de tu trono
y no me excluyas del número de tus siervos,
porque siervo tuyo soy, hijo de tu sierva,
hombre débil y de pocos años,
demasiado pequeño para conocer el juicio y las leyes.
Pues, aunque uno sea perfecto
entre los hijos de los hombres,
sin la sabiduría, que procede de ti,
será estimado en nada.
Contigo está la sabiduría, conocedora de tus obras,
que te asistió cuando hacías el mundo,
y que sabe lo que es grato a tus ojos
y lo que es recto según tus preceptos.
Mándala desde tus santos cielos,
y de tu trono de gloria envíala,
para que me asista en mis trabajos
y venga yo a saber lo que te es grato.
Porque ella conoce y entiende todas las cosas,
y me guiará prudentemente en mis obras,
y me guardará en su esplendor.
Del libro de la Sabiduría, capítulo 9, en la Biblia.
#LaudesFrayNelson para la Memoria de Santa Águeda, virgen y mártir
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Tres enseñanzas más de la Carta a los Hebreos, en su conclusión: caridad, victoria sobre la codicia y la lujuria, y docilidad a nuestros legítimos pastores.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
#VisperasFrayNelson para el Miércoles IV del Tiempo Ordinario
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Antiguas tradiciones de México, según el noble mestizo Fernando de Alva Ixtlilxochitl, hablaban de Quetzalcóatl, «hombre justo, santo y bueno», que en tiempo inmemorial vino a los aztecas «enseñándoles por obras y palabras el camino de la virtud, y evitándoles los vicios y pecados, dando leyes y buena doctrina». Predicó especialmente en la zona de Cholula, y «viendo el poco fruto que hacía con su doctrina, se volvió por la misma parte donde había venido, que fue por la de oriente», asegurando antes de irse que «en un año que se llamaría ce ácatl volvería, y entonces su doctrina sería recibida, y sus hijos serían señores y poseerían la tierra». Quetzalcóatl «era hombre bien dispuesto, de aspecto grave, blanco y barbado». Su nombre, literalmente, «significa sierpe de plumas preciosas; por sentido alegórico, varón sapientísimo». Más tarde, en Cholula «edificaron un templo a Quetzalcóatl, a quien colocaron por dios del aire» (Historia de la nación chichimeca cp.1). El año aludido, ce ácatl, era el 1519.
Bernardino de Sahagún, por otra parte, recogiendo informes de los indios, cuenta que el año calli, es decir 1509, fue en México un año fatídico, en el que se produjeron extrañas señales, misteriosos y alarmantes presagios: se incendia el cu de Huitzilopochtli, sin que nadie sepa la causa, atraviesa los cielos un cometa desconocido, se levantan las aguas de México sin viento alguno, se oyen voces en el aire… «Moctezuma espantóse de esto, haciendo semblante de espantado», procura la soledad, interroga a adivinos y astrólogos (VIII,6)… Es el año 1509.
Un día, finalmente, según la Crónica mexicana de Fernando de Alvarado Tezozómoc, se presenta ante Moctezuma un macehual, un hombre del pueblo, comunicando con el mayor respeto que en la orilla del mar de oriente «vide andar en medio de la mar una sierra o cerro grande, y esto jamás lo hemos visto». Verificada la increíble noticia, confirman al tlatoani que, efectivamente, «han venido no sé que gente, las carnes de ellos muy blancas,y todos los más tienen barba larga» (León-Portilla, Crónicas indígenas cp.2).
Una vez más los nigrománticos defraudan al tlatoani: «¿qué podemos decir?», y éste, perdiendo ya los nervios, manda arrasar sus casas y matar sus familias. «Se juntaron luego, y fueron a las casas de ellos, y mataron a sus mujeres, que las iban ahogando con unas sogas, y a los niños iban dando con ellos en las paredes haciéndolos pedazos, y hasta el cimiento de las casas arrancaron de raíz» (cp.2).
Moctezuma, hombre profundamente religioso, como guardián del reino y del culto, «quedó lleno de terror, de miedo. Y todo el mundo estaba muy temoroso. Había gran espanto y había terror. Se discutían las cosas, se hablaba de lo sucedido… Los padres de familia dicen: ¡Ay, hijitos míos! ¿Qué pasará con vosotros?… ¿Cómo podréis vosotros ver con asombro lo que va a venir sobre vosotros?… Moctezuma estaba para huir, tenía deseos de huir; anhelaba esconderse huyendo, estaba para huir. Intentaba esconderse»… Pero los blancos barbados se aproximan más y más a Tenochtitlán, y el tlatoani «no hizo más que esperarlos. No hizo más que resignarse; dominó finalmente su corazón, se recomió en su interior, lo dejó en disposición de ver y de admirar lo que habría de sucedir» (cp.4).
Ya toda resistencia a lo que fatalmente había de suceder era inútil. «Había vuelto Quetzalcóatl. Ahora se llamaba Hernán Cortés» (Madariaga, Cortés 27).
El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.
#LaudesFrayNelson para el Miércoles IV del Tiempo Ordinario
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
En su pedagogía, Cristo envía a sus apóstoles a que prediquen algo que les toca primero vivir.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
#VisperasFrayNelson para el Martes IV del Tiempo Ordinario
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Por favor le pido una explicación… estoy leyendo el evangelio de San Lucas y no entiendo bien lo que sucede con los gerasenos (Capítulo 8 versículo 37) ¿por qué se apodera de ellos el miedo? ¿por qué en lugar de -luego de ver ese milagro- alabarle y bendecirle, le piden que se vaya?. Muchas gracias por su aclaración. – A.C.
* * *
En los niveles realmente profundos de la ignorancia se pierde la capacidad de discernimiento y sólo queda una especie de miedo continuo, como una tensión que no se apaga. imagina a un soldado que lleva días enteros soportando hambre y frío en una trinchera. Su mente está alterada y lo único en lo que piensa es que todo le acecha y le amenaza. Su única esperanza, si puedo usar esa expresión, es que no pase nada o sea, que el equilibrio frágil de su vida miserable no se veo perturbado por nada, por absolutamente nada. Si en esas circunstancias un grupo de paracaidistas vienen a auxiliarle es probable que en medio de su terror dispare a sus mismos aliados.
Algo así pasaba a los gerasenos, en el plano espiritual: su vida era confusa, dramática, llena de cosas inexplicables, como por ejemplo, la presencia de aquel o aquellos endemoniados. Lo único a lo que se atreven a aspirar es a que su frágil cotidianidad no se altere más. Cuando Cristo expulsa los demonios algo dramático sucede, algo que aumenta el terror casi constante de los gerasenos: una piara inmensa, como de dos mil cerdos, se arroja, enloquecida, al mar. Sumergidos en la ignorancia y el miedo continuo, ellos prefieren un día tranquilo a una sanación completa. Y por eso quieren deshacerse de Jesús. Triste historia que deja profundas lecciones también a nosotros.