[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]
Moduladores éticos
* Aunque se ha difundido ampliamente la idea de que el deseo sexual es un impulso “ciego” que no tiene “modulación” o “regulación” más allá de lo corpóreo (fisiológico), la realidad es que el conocimiento tiene un impacto real en el impulso propio del sexo.
(1) Se nota en la salud. Si una persona sabe que la persona deseada tiene una gravísima enfermedad contagiosa, o es su pariente inmediata, en la inmensa mayoría de los casos esto cambia el deseo.
(2) Está el impacto de la verdad. ¿Siente el mismo deseo por su amado una mujer que acaba de enterarse de que es un traidor y mentiroso?
(3) La compasión tiene un efecto interesante con respecto al deseo: la conciencia de la necesidad existencial o la fragilidad extrema de alguien lo hace menos deseable, quizás porque el deseo implica la idea de posesión y de disfrute. Esto hace que cuanto más capaz de solidaridad y compasión tenga una persona menor sea su tendencia desear a los demás.
Moduladores políticos
* Nuestra sexualidad no escapa a los condicionamientos culturales, tribales, de partido o de religión. Es una dimensión profundamente personal pero eso no la sustrae al hecho de que vivimos todo lo humano desde nuestra condición de seres sociales.
* A menudo los moduladores de tipo político pretenden exacerbar o acelerar ciertos aspectos de la vida sexual de las personas. usualmente es favorable a los regímenes que cada persona se preocupe sólo de complacer al vector “satisfacción.”
* Otra característica de estos moduladores es que se entretejen de un modo complejo con otras áreas del comportamiento, de modo que por ejemplo, una estrategia de control político fortalece unos estereotipos sexuales que a su vez refuerzan el poder de la clase dominante.
(1) Dominación. La exaltación del machismo, por ejemplo, presenta un modelo de sexualidad que se justifica desde la imposición de su gusto y deseo sobre la mujer.
Otro caso, muy frecuente en nuestro tiempo: el propósito de dominar a través de crear adicciones que fortalecen las ganancias de ciertos grupos económicos y a la vez mantienen a la gente “dopada” e incapaz de asomarse al horizonte más amplio en el que podría pensarse en un cambio de gobierno o de sistema.
(2) Insurrección. Es la respuesta procaz, vulgar a menudo, que pretende lograr la dominación subvirtiendo el orden presente. Un ejemplo actual, lamentable, es Femen.
(3) Control de la población. En más de una ocasión algunos gobiernos imponen condiciones de límite demográfico o de agenda gay para brindar ayuda humanitaria. este tipo de extorsión sucede ahora mismo en torno a los daños causados por Boko Haram en Nigeria.
Moduladores trascendentes
* Otra idea que hay que superar es que la intensidad de la satisfacción sexual es más potente que cualquier otro impulso humano como si fuera una especie de absoluto o de estándar de satisfacción global del ser humano. La realidad es que por diversas circunstancias internas y externas tanto hombres como mujeres descubren los límites de lo que la sexualidad puede ofrecer y entonces necesitan otros “vectores” o impulsos a los cuales orientar su energía vital, su afecto, su propósito.