[Predicación en la Asociación “Jesús en ti confío” de Bucaramanga. Febrero de 2015.]
Tema 1 de 2: Necesidad de la sanación de recuerdos y de ideas
* Una comparación sencilla: cuando un auto se estropea deja de funcionar y hace ruido. Es el mismo camino por el que solemos descubrir que hay cosas por sanar en nuestra vida: porque nuestras relaciones interpersonales no “funcionan,” nuestra mirada al futuro no “funciona” y sobre todo porque, aunque lo neguemos, a menudo vamos “haciendo ruido,” o sea, mostrando, incluso inconscientemente, que llevamos dolor y conflicto adentro.
* ¿Cómo asomarnos al interior del ser humano? San Agustín propone un lenguaje de “potencias” y reconoce tres: memoria, entendimiento y voluntad. Estar “enfermo” interiormente es dar cobijo y poder a recuerdos que nos incapacitan; a ideas que nos cierran a la infinita generosidad de la gracia divina, por eso necesitamos ser sanados.