El valor profético de la Rerum Novarum

267 El curso de la historia está marcado por las profundas transformaciones y las grandes conquistas del trabajo, pero también por la explotación de tantos trabajadores y las ofensas a su dignidad. La revolución industrial planteó a la Iglesia un gran desafío, al que el Magisterio social respondió con la fuerza profética, afirmando principios de validez universal y de perenne actualidad, para bien del hombre que trabaja y de sus derechos.

Durante siglos, el mensaje de la Iglesia se dirigía a una sociedad de tipo agrícola, caracterizada por ritmos regulares y cíclicos; ahora había que anunciar y vivir el Evangelio en un nuevo areópago, en el tumulto de los acontecimientos de una sociedad más dinámica, teniendo en cuenta la complejidad de los nuevos fenómenos y de las increíbles transformaciones que la técnica había hecho posibles. Como punto focal de la solicitud pastoral de la Iglesia se situaba cada vez más urgentemente la cuestión obrera, es decir el problema de la explotación de los trabajadores, producto de la nueva organización industrial del trabajo de matriz capitalista, y el problema, no menos grave, de la instrumentalización ideológica, socialista y comunista, de las justas reivindicaciones del mundo del trabajo. En este horizonte histórico se colocan las reflexiones y las advertencias de la encíclica « Rerum novarum » de León XIII.

268 La « Rerum novarum » es, ante todo, una apasionada defensa de la inalienable dignidad de los trabajadores, a la cual se une la importancia del derecho de propiedad, del principio de colaboración entre clases, de los derechos de los débiles y de los pobres, de las obligaciones de los trabajadores y de los patronos, del derecho de asociación.

Las orientaciones ideales expresadas en la encíclica reforzaron el compromiso de animación cristiana de la vida social, que se manifestó en el nacimiento y la consolidación de numerosas iniciativas de alto nivel civil: uniones y centros de estudios sociales, asociaciones, sociedades obreras, sindicatos, cooperativas, bancos rurales, aseguradoras, obras de asistencia. Todo esto dio un notable impulso a la legislación laboral en orden a la protección de los obreros, sobre todo de los niños y de las mujeres; a la instrucción y a la mejora de los salarios y de la higiene.

269 A partir de la « Rerum novarum », la Iglesia no ha dejado de considerar los problemas del trabajo como parte de una cuestión social que ha adquirido progresivamente dimensiones mundiales.583 La encíclica « Laborem exercens » enriquece la visión personalista del trabajo, característica de los precedentes documentos sociales, indicando la necesidad de profundizar en los significados y los compromisos que el trabajo comporta, poniendo de relieve el hecho que « surgen siempre nuevos interrogantes y problemas, nacen siempre nuevas esperanzas, pero nacen también temores y amenazas relacionados con esta dimensión fundamental de la existencia humana, de la que la vida del hombre está hecha cada día, de la que deriva la propia dignidad específica y en la que a la vez, está contenida la medida incesante de la fatiga humana, del sufrimiento, y también del daño y de la injusticia que invaden profundamente la vida social, dentro de cada Nación y a escala internacional ».584 En efecto, el trabajo, « clave esencial »585 de toda la cuestión social, condiciona el desarrollo no sólo económico, sino también cultural y moral, de las personas, de la familia, de la sociedad y de todo el género humano.

NOTAS para esta sección

583Cf. Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 2: AAS 73 (1981) 580-583.

584Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 1: AAS 73 (1981) 579.

585Juan Pablo II, Carta enc. Laborem exercens, 3: AAS 73 (1981) 584.

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Principios de hermenéutica teológica para la lectura de realidades sociales

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Además del reconocimiento consciente, hasta donde ello es posible, de los propios condicionamientos y el “desde dónde” de la propia mirada, ¿qué grandes criterios han de guiar en la lectura de las realidades humanas, en general, y sociales, en particular?

Siete principios parecen centrales:

(1) Holístico: lo humano es multi-dimensional, irreduciblemente complejo, amplio y debe aspirarse a completar lo que vemos sin pretender reducirlo todo a un solo principio (como Marx, a la economía, o Freud, a la sexualidad).

(2) Dinámico: lo humano es fluido y contiene tensiones y pulsiones que evolucionan a lo largo del tiempo, a veces de modo inesperado e impredecible.

(3) Catafático: lo humano es comunicable. Afirmar lo contrario (tendencia apofática extrema) llevaría a un callejón sin salida porque nadie puede vivir exactamente las mismas experiencias de otra persona.

(4) Sistémico: el ser humano, y los grupos o sociedades humanas, no son colecciones de eventos inconexos sino estructuras en que los factores están vinculados unos a otros y repercuten los unos en los otros.

(5) Jerárquico: los humanos obramos de acuerdo con prioridades y escalas de valores. Esto implica un tema controversial sobre si es posible medir unas culturas frente a otras,

(6) Analógico: el desarrollo del individuo y el proceso de la sociedad contienen numerosos puntos en paralelo.

(7) Socrático: Lo que desconocemos del ser humano es siempre una porción significativa, y a menudo no sabemos si lo que sabemos es suficiente para explicar lo que no sabemos.

Capitulo Provincial de los Dominicos de Colombia

Durante estos días de la primera mitad de noviembre, los frailes dominicos de Colombia tenemos nuestro Capítulo Provincial en el que algunos representantes de todos nosotros han de realizar importantes nombramientos y decisiones, incluyendo quién será nuestro prior provincial y quiénes estarán en su equipo de gobierno, que llamamos Consejo de Provincia.

Este tipo de reuniones despiertan a veces ilusiones o decepciones, o traen historias antiguas o temores nuevos. Lo importante, desde una perspectiva de creyentes que somos es orar con intensidad a Dios, nuestro Padre, para que sea su voluntad la que prevalezca, de modo que a través de los capitulares se abran caminos más amplios y ágiles para la vivencia y predicación del Evangelio.

¡Contamos con las oraciones y la amistad de todos!