Además del reconocimiento consciente, hasta donde ello es posible, de los propios condicionamientos y el “desde dónde” de la propia mirada, ¿qué grandes criterios han de guiar en la lectura de las realidades humanas, en general, y sociales, en particular?
Siete principios parecen centrales:
(1) Holístico: lo humano es multi-dimensional, irreduciblemente complejo, amplio y debe aspirarse a completar lo que vemos sin pretender reducirlo todo a un solo principio (como Marx, a la economía, o Freud, a la sexualidad).
(2) Dinámico: lo humano es fluido y contiene tensiones y pulsiones que evolucionan a lo largo del tiempo, a veces de modo inesperado e impredecible.
(3) Catafático: lo humano es comunicable. Afirmar lo contrario (tendencia apofática extrema) llevaría a un callejón sin salida porque nadie puede vivir exactamente las mismas experiencias de otra persona.
(4) Sistémico: el ser humano, y los grupos o sociedades humanas, no son colecciones de eventos inconexos sino estructuras en que los factores están vinculados unos a otros y repercuten los unos en los otros.
(5) Jerárquico: los humanos obramos de acuerdo con prioridades y escalas de valores. Esto implica un tema controversial sobre si es posible medir unas culturas frente a otras,
(6) Analógico: el desarrollo del individuo y el proceso de la sociedad contienen numerosos puntos en paralelo.
(7) Socrático: Lo que desconocemos del ser humano es siempre una porción significativa, y a menudo no sabemos si lo que sabemos es suficiente para explicar lo que no sabemos.