[Vocación profética de la Vida Religiosa: un retiro ofrecida a las Dominicas de la Inmaculada, en Ecuador. Julio de 2014.]
Tema 2 de 16: Un Dios en diálogo
* En contraste con el silencio budista o con la búsqueda de infinito shintoísta, el Dios que se reval en la Biblia es un Dios que habla; no es mudo; no siente asco ni toma distancia de nosotros.
* Es el sentido profundo del verbo conversar, que significa hablar-con pero que etimológicamente quiere decir caminar-con el otro. Nuestro Dios “con-versa” con nosotros.
* Las palabras que dice a Adán y a Eva en Génesis 3, más que un regaño son el comienzo de la solución al triste estado en que los ha dejado el pecado. Dios habla: “¿Dónde estás” “¿Qué has hecho?” Sus preguntas son siempre útiles en un retiro.
* Pero antes de esas palabras están los tres protomandamientos: crecer, multiplicarse, dominar la tierra. Esa voz viva del Dios está en nosotros de modo que no podemos traicionar la voz de Dios sin traicionarnos a nosotros mismos. Toda conversión empieza por la escucha.