Este año compartí la preparación y celebración de Pentecostés con mis amigos de la Renovcación Carismática en San Salvador.
MUCHAS COSAS muy buenas me sucedieron: la fraternidad y cariño del pueblo salvadoreño; la oportunidad de celebrar y predicar con amor y con gusto en diferentes asambleas verdaderamente ávidas de la Palabra de Dios; el poder saborear las riquezas de nuestra liturgia y nuestra fe; el gozo de sentir que se te acelera el pulso en la presencia del Santo entre los Santos…
¿Cómo fue tu Pentecostés?