A cierto escritor de gran talento le enviaron un carta que sólo tenía una palabra: IDIOTA. Un amigo se enteró y, lleno de ofuscación, empezó a quejarse de la agresividad de la gente hoy en día, y la falta de cultura, y otras cosas por el estilo.
Pero el escritor seguía muy calmado y compuesto.
Por eso le pregunta el amigo:
– ¿Por qué te quedas tan tranquilo? ¿No ves lo que te han enviado?
– Por supuesto, y no me preocupa.
– ¿Cómo que no te preocupa?
– Porque simplemente es la primera vez que recibo una carta que sólo tiene la firma.