* Cuando Cristo llega a una vida, y su Palabra y su gracia entran al corazón, Él trae una diferencia: marca un antes y un después. Quien lo ha vivido no puede dejar de compartirlo. En la Biblia cada misionero es un convertido, y cada convertido es semilla de misionero y apóstol.
* Una Lectio Divina sobre Marcos 8,22-26 muestra el camino que sigue Cristo para restituir su gracia en nosotros, apartándonos del ruido y tratándonos con la fineza de su misericordia y la fuerza de su amor que crea.