Aprecio y admiro el camino vocacional y ministerial del sacerdote Astolfo Moreno, de la Arquidiócesis de Bogotá. Hoy recomiendo un blog suyo.
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Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
#LaudesFrayNelson para el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario, Ciclo C
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
[Serie de predicaciones ofrecidas a una asamblea de jóvenes de ambos sexos, en el contexto del Año de la Fe, durante el III ENEST de las Dominicas de la Inmaculada, celebrado en Lima en Octubre de 2013.]
Tema 3 de 3: Si no vas a ser santo, ¿qué vas a ser por toda la eternidad?
* Con gran generosidad, Dios ha concedido al Perú una abundante cosecha de santos. En esta reflexión queremos centrar la mirada en tres de ellos, quizás lo más conocidos: San Martín de Porres, Santa Rosa de Lima y San Juan Macías.
* Por una parte, sabemos que la santidad implica una forma de liderazgo; por otra parte, las cualidades que brillan en los santos parece que los hacen más “cola” que “cabeza.”
* Pensemos en la humildad, la pureza o el servicio: ¿son atributos que nuestro tiempo asocie con ser líder? No muy a menudo. Pero tal vez debería.
* En efecto: no escoger la humildad es optar por una vida de arrogancia y soberbia, y eso crea enemigos a mayor velocidad y con mayor eficiencia de lo que podrás luego controlar y superar.
* No escoger la pureza es escoger usar a la gente en lo que sienten más suyo: su cuerpo. Es camino derecho para el desengaño, la traición y sobre todo la soledad más amarga.
* No escoger el servicio es pretender que la gente no se dará cuenta que los están explotando; o pretender que lo van a permitir siempre; o hacerse la ilusión de que no hay otros que ya se aprovechan de tu modo de aprovecharte de otros.
* Este camino de reflexión nos enseña que hay algo siempre actual, siempre fascinante y siempre profundamente humano en la santidad cristiana.
[Serie de predicaciones ofrecidas a una asamblea de jóvenes de ambos sexos, en el contexto del Año de la Fe, durante el III ENEST de las Dominicas de la Inmaculada, celebrado en Lima en Octubre de 2013.]
Tema 2 de 3: Cabeza, y no cola.
* Para un escritor como Nietzsche, el cristiano es un mediocre, hipócrita y cobarde que se pierde lo mejor de la vida porque en realidad nunca se ha atrevido a vivir.
* Nietzsche, que ha tenido tanta y tan perversa influencia en estos últimos tiempos, mucho más allá de la filosofía puramente académica, ve a la fe cristiana como un factor incapacitante: un freno para el potencial genuinamente humano.
* Ese escritor, y los que piensan como él, poco conocen de las promesas de la Escritura, que los creyentes luego experimentan como gozosas realidades. Por ejemplo, el libro del Deuteronomio presenta entre los frutos de la fidelidad a Dios: “Serás cabeza, y no cola.”
* A la reinante ideología del Mercado le conviene que los jóvenes sean “cola,” es decir, que vayan siempre detrás, siempre imitando, siempre consumiendo, siempre gastando.
* Dios propone algo distinto: ser “cabeza,” es decir, como Jeremías, tener una verdad más profunda, un amor más firme, una esperanza de mayor cimiento, y una razón más clara y gozosa para vivir.
[Serie de predicaciones ofrecidas a una asamblea de jóvenes de ambos sexos, en el contexto del Año de la Fe, durante el III ENEST de las Dominicas de la Inmaculada, celebrado en Lima en Octubre de 2013.]
Tema 1 de 3: Dios te ama como eres pero no te deja como eres
* La fe no es solamente algo que se aprende o se conoce; es un camino para la vida; un camino para vivir.
* No es sólo para gente buena.
* El mensaje de la fe: Dios te ama como eres pero no deja como eres.
* Dios quiere llevarte a tu plenitud, tu máximo, la más plena expresión de ti.
* Hay cosas en ti que no eres tú; desprenderse de ellas es liberador.
* El nombre de la plenitud en la Biblia es SANTIDAD.
* Todo proyecto de vida que excluya la santidad excluye la plenitud.
* No vamos solos en la fe. Recibimos y damos continuamente. Eso se llama IGLESIA.
* Encontrar tu lugar en la Iglesia es encontrar tu vocación. Y eso toca a todos.
* A menudo encontramos nuestro camino viendo las cumbres. También el paso lejano ilumina al paso cercano.
[Ponencia ofrecida a directivas y docentes en el contexto del Año de la Fe, durante el III ENEST de las Dominicas de la Inmaculada, celebrado en Lima en Octubre de 2013.]
1. El deber y la alegría de compartir lo que hemos recibido.
2. La fe no puede limitarse a memorización de contenidos, repetición de rituales, o énfasis aislado en preparación presacramental.
3. La fe se transmite ante todo en clave de comunidad creyente, y por tanto, es fruto de un ambiente en el que todos tienen su parte. Hay que propiciar que se multipliquen las ocasiones de experimentar la misericordia del Dios que salva y levanta. Luego forjar la constancia, allanando “colinas” de entusiasmo sólo pasajero, y levantando valles de desánimo. Y presentar las alturas de la santidad como desenlace natural de la vida cristiana.
4. En esa tarea tienen un lugar los docentes de las cátedras no-religiosas pues son ellos los que mejor pueden ayudar a que se descubra la fe no como reducto o escape sino como lo que es: fuerza que ilumina toda la vida.
Enseña la encíclica Lumen Fidei que la fe no es una apuesta en el vacío sino que parte de signos e indicios.
Primeras #VisperasFrayNelson para el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario, Ciclo C
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
#LaudesFrayNelson para el Sábado XXVIII del Tiempo Ordinario
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este camino de oración en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]
Lucas se maravilla ante el Dios que es, a la vez, tan poderoso y tan compasivo.
Tema predilecto de San Lucas es la oración como luz y fuerza interior.
127 El hombre ha sido creado por Dios como unidad de alma y cuerpo: [Cf. Concilio Lateranense IV, Cap. 1, De fide catholica: DS 800, p. 259; Concilio Vaticano I, Const. dogm. Dei Filius, c. 1: De Deo rerum omnium Creatore: DS 3002, p. 587; Id., Ibídem, cánones 2. 5: DS 3022. 3025, pp. 592.593] « El alma espiritual e inmortal es el principio de unidad del ser humano, es aquello por lo cual éste existe como un todo —“corpore et anima unus”— en cuanto persona. Estas definiciones no indican solamente que el cuerpo, para el cual ha sido prometida la resurrección, participará de la gloria; recuerdan igualmente el vínculo de la razón y de la libre voluntad con todas las facultades corpóreas y sensibles. La persona —incluido el cuerpo— está confiada enteramente a sí misma, y es en la unidad de alma y cuerpo donde ella es el sujeto de sus propios actos morales ».[Juan Pablo II, Carta enc. Veritatis splendor, 48: AAS 85 (1993) 1172]
128 Mediante su corporeidad, el hombre unifica en sí mismo los elementos del mundo material, « el cual alcanza por medio del hombre su más alta cima y alza la voz para la libre alabanza del Creador ».[Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 14: AAS 58 (1966) 1035; cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 364] Esta dimensión le permite al hombre su inserción en el mundo material, lugar de su realización y de su libertad, no como en una prisión o en un exilio. No es lícito despreciar la vida corporal; el hombre, al contrario, « debe tener por bueno y honrar a su propio cuerpo, como criatura de Dios que ha de resucitar en el último día ».[Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 14: AAS 58 (1966) 1035] La dimensión corporal, sin embargo, a causa de la herida del pecado, hace experimentar al hombre las rebeliones del cuerpo y las inclinaciones perversas del corazón, sobre las que debe siempre vigilar para no dejarse esclavizar y para no permanecer víctima de una visión puramente terrena de su vida.
Por su espiritualidad el hombre supera a la totalidad de las cosas y penetra en la estructura más profunda de la realidad. Cuando se adentra en su corazón, es decir, cuando reflexiona sobre su propio destino, el hombre se descubre superior al mundo material, por su dignidad única de interlocutor de Dios, bajo cuya mirada decide su vida. Él, en su vida interior, reconoce tener en « sí mismo la espiritualidad y la inmortalidad de su alma » y no se percibe a sí mismo « como partícula de la naturaleza o como elemento anónimo de la ciudad humana ».[Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 14: AAS 58 (1966) 1036; cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 363. 1703]
129 El hombre, por tanto, tiene dos características diversas: es un ser material, vinculado a este mundo mediante su cuerpo, y un ser espiritual, abierto a la trascendencia y al descubrimiento de « una verdad más profunda », a causa de su inteligencia, que lo hace « participante de la luz de la inteligencia divina ».[Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 15: AAS 58 (1966) 1036] La Iglesia afirma: « La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la “forma” del cuerpo, es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza ».[Catecismo de la Iglesia Católica, 365] Ni el espiritualismo que desprecia la realidad del cuerpo, ni el materialismo que considera el espíritu una mera manifestación de la materia, dan razón de la complejidad, de la totalidad y de la unidad del ser humano.
Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.
#VisperasFrayNelson para la Fiesta de San Lucas, Evangelista
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#LaudesFrayNelson para la Fiesta de San Lucas, Evangelista
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Puertas falsas son la desesperación, el cinismo, la frustración y la el escapismo; puerta verdadera es Cristo.