[Estudio introductorio a la Encíclica Lumen Fidei, del Papa Francisco. Predicación en los Monasterios de las Dominicas Contemplativas de Murcia y de Lerma, en España, Octubre de 2013.]
Tema 9 de 10: La Unidad de la Fe
* Si la fe brota luminosa de la historia y la memoria de un pueblo, puede compararse la transmisión de la fe al proceso orgánico de crecimiento de un árbol. Al árbol no se le amarran ramas, sino que ellas participan de la misma vida, el mismo tronco, la misma raíz y savia de todo el árbol.
* La unidad de la fe es intrínseca a su misma naturaleza: no surge de la decisión humana de mantener un ideario ni entonces puede violentarse por decisiones puramente humanas sobre qué gusta, qué fastidia o conviene o está de moda en una determinada época.
* Una secta (del verbo latino “secare,” cortar) es un sector, una sección que se ha seccionado del cuerpo. Al principio, la rama que ha sido seccionada se ve vital y entera pero con el paso implacable del tiempo se seca y esteriliza.
* “Yo tengo fe pero no soy dueño de la fe”: tal ha de ser entonces la consigna de todo evangelizador, y esto incluye de modo particular a quienes, por vocación, han de transmitir el depósito de la fe. ¿Qué hice con la fe que recibí?