[Participación en el I Congreso Arquidiocesano de Movimientos Laicales de la Arquidiócesis de Cali.]
Segunda de dos partes.
* La conciencia del valor del bautismo cambia todo porque le da sentido al dolor y la contradicción.
* El sabernos “Iglesia” implica entender que uno tiene un llamado y un lugar específicos, y que de alguna manera la Iglesia está incompleta sin el aporte irreemplazable de cada uno desde su propio lugar.
* Sobre la base de los tres pilares: santidad, bautismo y ser Iglesia, la vocación laical se entiende mejor: consiste en hacer presente el reinado y señorío de Cristo en las realidades de este mundo, es decir: la familia, la política, la ciencia, el arte, las leyes, etc.