Educacion Catolica, 019

Instaura el Reino en tu vida

25. Hermanos, en el proceso de adquisición del Reino de Dios hay un orden. Primero debemos tener vida sacramental íntegra y sincera; también debemos tener vida interior, sin la cual es imposible se instale el Reino en nosotros. O sea, nuestra alma debe estar viva y despierta, lo cual se logra por medio de los Sacramentos y de acatar la recomendación de dulce Jesús: “niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme”. Con los Sacramentos adquiere vida sobrenatural el alma y con la negación de uno mismo despierta, o sea, se activa.

Sólo la Iglesia tiene la potestad de dar vida sobrenatural al hombre, y dicha potestad conferida por su fundador Jesucristo; esta vida se recibe por medio de los Sacramentos y se conserva por la fidelidad a los mismos. Mas para que el alma tenga vida activa o despierta, el hombre debe aprender a negarse para que su ser interior, su “hombre interior”, adquiera vida y presencia activa en su interior. Sin este requisito, el Reino de Dios no puede asentarse en el interior, pues ¿cómo se asentaría el Reino en un alma muerta por el pecado o dormida por no atenderla dándole alimento y ejercicio?

Pues bien, con el alma dispuesta y con la práctica y cultivo de los Sacramentos, entonces empieza a situarse el Reino de Dios; entonces los ángeles y los santos, entablan una amistad cercana e íntima con el hombre, aprendiendo unidos.

Y es hasta entonces, cuando están instalados los súbditos en el alma, cuando la Reina celestial puede también establecerse en el interior; pues cuando el hombre se niega a sí mismo y toma su cruz y participa de la Cruz del Señor, entonces la Reina celestial puede permanecer en el interior sin ser atacada u ofendida por nuestro mal interior; además que es custodiada por sus súbditos ángeles y santos.

Y estando la Reina y sus ejércitos, entonces el Rey toma posesión del ser del hombre de manera permanente, iniciando el misterioso proceso de la unificación; es decir, el proceso de la santificación-deificación que consiste en hacerse “perfectamente uno” (Jn 17, 23) con el hombre.

Queridos hermanos, busquemos con afán el Reino de Dios, así como nos lo indica nuestro Salvador, a fin de que Él se aposente en nuestro corazón. Pidamos con humildad tal don al Padre Bueno, quien se desvive por hacernos suyos y darnos sus bienes.

[Texto original de Juan de Jesús y María.]

Un matrimonio mejor

“Ser un oasis en medio de la red para promover el crecimiento integral de todas las parejas de habla hispana, a través de materiales escritos, de audio, video y conferencias en línea de excelente calidad y contenido”

matrimonio mejor

Click!

Religion (01)

Encomiéndate a Dios de todo corazón, que muchas veces suele llover sus misericordias en el tiempo que están más secas las esperanzas. – Miguel de Cervantes Saavedra

La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios. – Mahatma Gandhi

No pidáis a Dios que os de una carga apta para vuestros hombros; pedidle unos hombros aptos para soportar vuestras cargas. – Phillips Brooks

Sólo conozco dos tipos de personas razonables: las que aman a Dios de todo corazón porque le conocen, y las que le buscan de todo corazón porque no le conocen. – Blaise Pascal

Cuando Dios borra, es que va a escribir algo. – Jacques Benigne Bossuet

Evangelizacion Catolica

“Evangelización Católica es la recopilación de materiales de apoyo para catequistas, equipos de retiro, Pastoral Juvenil y demás ministerios que lo necesiten. Por muchos años hemos llevado al límite nuestra creatividad para evangelizar de diversas maneras. Este es nuestro momento de compartirlo…”

evangelizacion catolica

Click!

El hombre, autor de la cultura

55. Cada día es mayor el número de los hombres y mujeres, de todo grupo o nación, que tienen conciencia de que son ellos los autores y promotores de la cultura de su comunidad. En todo el mundo crece más y más el sentido de la autonomía y al mismo tiempo de la responsabilidad, lo cual tiene enorme importancia para la madurez espiritual y moral del género humano. Esto se ve más claro si fijamos la mirada en la unificación del mundo y en la tarea que se nos impone de edificar un mundo mejor en la verdad y en la justicia. De esta manera somos testigos de que está naciendo un nuevo humanismo, en el que el hombre queda definido principalmente por la responsabilidad hacia sus hermanos y ante la historia.

[Constitución Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 55]