El espiritu del hombre puede alcanzar la verdad?

No lo parece: «no sabemos el todo de nada» (Pascal). Y la experiencia nos induce a dudar de todo.

Sin embargo, la duda es tan ajena a la naturaleza de nuestro espíritu que la duda total nos es radicalmente imposible, porque ella afirma al menos una certeza: “dudo”, sin contar las múltiples certezas que tenemos en la vida práctica.

Ciertamente, no todos los conocimientos aparecen a nuestros ojos con la misma claridad. Así pues, nos cuesta saber quiénes somos. Nuestra inteligencia es limitada: los seres guardan en parte su secreto y no se entregan a nosotros sino a través de las relaciones que tienen entre ellos y con nosotros.

Pero tal conocimiento está lejos de ser desdeñable. Aunque no llega al fondo de las cosas y de las personas, nos pone en comunicación real con su intimidad: el misterio del conocimiento nos remite al del amor. En hebreo un mismo término significa conocer y esposar.

Es interesante observar que así nos aproximamos a las conclusiones más recientes de la ciencia. En la actualidad, los sabios confiesan que escapa a su conocimiento la totalidad de la estructura íntima de la materia, pero, al mismo tiempo, reconocen –gracias al juego de las estadísticas– las leyes que nos descubren parcialmente su misterio.

El hombre debe reconocer humildemente los límites de la ciencia, pero se equivocaría, y mucho, si en uno u otro campo de realidades pusiera límites a la capacidad de su espíritu. Éste posee una complicidad y misteriosa relación con los demás seres. Gracias a su inteligencia, el hombre puede saborear una de las mayores dichas de la vida: el gusto de la verdad en la percepción del mundo real.

• «Yo he venido a dar testimonio de la verdad… La verdad os hará libres» (Jn 18, 37; 8,32).

Yves Moreau es el autor de Razones para Creer. Texto disponible por concesión de Gratis Date.

Sabia Cristo que era Dios?

Saludos Fray Nelson y gracias, de antemano, por su gran ayuda en las dudas que tenemos. En dos ocasiones he escuchado decir a dos sacerdotes diferentes que Jesús fue conociendo poco a poco el hecho de que era Dios y de a quiénes debería llegar y, que por ello en algunos pasaje como el evangelio de San Mateo dijo que sólo fueran sus apóstoles a los israelitas (Mt 10,5). Pero yo veo una gran contradicción porque a sus doce años ya estaba en la casa de su Padre haciendo el trabajo que le encomendó y cuando su Madre, en las bodas de Caná, le pidió el vino para el matrimonio, El no quería adelantar su hora. Entonces, qué es lo que quieren decir algunos ministros con esta idea? –María Patricia G. de R.

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Los Siete Grados de la Misericordia Divina

Domingo de la Misericordia en Bucaramanga, Abril de 2012.

Tema 3 de 3: Los Siete Grados de la Misericordia Divina.

* Primero: Dios todo lo ha creado con gran compasión. Se compadece de todos porque todo lo puede (Libro de la Sabiduría).

* Segundo: El Señor crea y cría; es paciente y providente con todos, sufriendo a menudo ingratitudes e indiferencia.

* Tercero: En Cristo, nuestro Padre de Dios se aproxima y cura a sus pequeños.

* Cuarto: Venciendo los estigmas sociales y los prejuicios, la misericordia divina toca a los excluidos y marginados.

* Quinto: Más allá de lo que ven nuestros ojos, el Señor libera de la opresión del maligno.

* Sexto: Dios hace brillar su piedad perdonando a quien no lo merece.

* Séptimo: Habiéndonos liberado y perdonado, en su amor sin límites nos hace partícipes de la misma herencia y misión que encomendó a su único Hijo.

Fieles al amor por el que hemos sido redimidos

Domingo de la Misericordia en Bucaramanga, Abril de 2012.

Tema 2 de 3: Fieles al amor por el que hemos sido redimidos.

* La noticia de la bondad divina no se puede ni se debe esconder.

* La manera más frecuente de esconder el amor es silenciarlo; no decir lo que pensamos; volvernos cómplices callados y acomplejados cuando se lastima la gloria de Dios o se ofende su Iglesia.

* Pero hay también hermosos testimonios de personas que uno juzgaría débiles (niñas pequeñas, ancianos frágiles), que sin embargo enseñan con claridad lo que significa no negar a Dios.

El Corazon de Cristo revela la verdad de Dios

Domingo de la Misericordia en Bucaramanga, Abril de 2012.

Tema 1 de 3: El Corazón de Cristo revela la verdad de Dios.

* El demonio quiere crear una división ficticia entre el bien que Dios nos propone (rectitud) y un bien falso pero inmediato que supuestamente encontramos en las creaturas (felicidad). La grieta que suele lograr con esta estrategia debilita y puede llegar a destruir nuestra relación con Dios.

* Cuando uno se plantea el dilema entre lo que quiere y lo que debe ya el mal está hecho. Ya Dios parece un estorbo que habría que quitar del medio. Así se llega a la indiferencia frente a Dios, e incluso a la blasfemia y el ateísmo.

* La humilde bondad de Cristo revela la verdad de Dios. El Corazón del Señor desarma la mentira del enemigo y nos permite abrirnos de nuevo al plan de Dios.

Textos de CAMINO sobre el Caracter

Que tu vida no sea una vida estéril. -Sé útil. -Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. -Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón.

Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo.

Gravedad. -Deja esos meneos y carantoñas de mujerzuela o de chiquillo. -Que tu porte exterior sea reflejo de la paz y el orden de tu espíritu.

No digas: “Es mi genio así…, son cosas de mi carácter”. Son cosas de tu falta de carácter.

Acostúmbrate a decir que no.

Vuelve las espaldas al infame cuando susurra en tus oídos: ¿para qué complicarte la vida?

No tengas espíritu pueblerino. -Agranda tu corazón, hasta que sea universal, “católico”. No vueles como un ave de corral, cuando puedes subir como las águilas.

Serenidad. -¿Por qué has de enfadarte si enfadándote ofendes a Dios, molestas al prójimo, pasas tú mismo un mal rato… y te has de desenfadar al fin?

Eso mismo que has dicho dilo en otro tono, sin ira, y ganará fuerza tu raciocinio, y, sobre todo, no ofenderás a Dios.

No reprendas cuando sientes la indignación por la falta cometida. -Espera al día siguiente, o más tiempo aún. -Y después, tranquilo y purificada la intención, no dejes de reprender. -Vas a conseguir más con una palabra afectuosa que con tres horas de pelea. -Modera tu genio.