Santo Tomás de Aquino presenta el misterio y la hermosura de los ángeles desde una perspectiva que no tiene nada que temer ante el escrutinio de la ciencia.
LA GRACIA del Jueves 4 de Octubre de 2012
FIESTA DE SAN FRANCISCO DE ASÍS
El San Francisco hippy y ultra-ecológico es más creación de la fantasía que otra cosa.
Dios envia o causa cosas malas?
Fray, oí a un predicador decir que Dios manda cosas malas a los hombres también con un propósito, pero ¿no podríamos decir que se contradice Dios a si mismo porque el es Amor y el Bien? Narro el episodio del faraón cuando le endureció su corazón. Por favor esclaréceme este pensamiento. Dios te guarde. Mábel.
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Para comprender lo que está en juego en esta pregunta resulta útil hacer una lista de afirmaciones que sabemos que son ciertas pero que precisamente no se ve cómo puedan ser compatibles entre sí.
1. No hay varios dioses sino un solo Dios. Nada hay entonces que escape de su mano. Todo lo que sucede tiene que suceder ante su mirada y no puede estar por fuera de sus planes y de su poder.
2. Pero vemos que hay maldad en el mundo, y vemos que suceden cosas malas, no sólo a los malos sino también a los buenos.
3. Y sabemos que Dios es el sumo bien, la suprema verdad y la más perfecta bondad.
¿Es Dios bueno y no es causa de lo malo? Si así fuera, entonces el mal tendría una causa fuera de Dios, y entonces sí que habría algo que está fuera de su poder.
¿Es Dios bueno y también manda cosas malas? Entonces, ¿en qué consistiría su bondad?
La clave para una respuesta es preguntarse de qué manera Dios es causa de aquellas cosas que son manifiestamente malas, porque es posible, y de hecho así sucede, que un mismo ser puede ser causa de modos distintos.
Uno tiende a llamar “causa” a todo aquello que concurre para que una cosa suceda. Así por ejemplo, consideremos el caso de un hombre que guarda un revólver en casa. Él es una persona responsable y seria, y tiene todos los permisos legales para la posesión de esa arma, que guarda bajo llave. Pero este hombre tiene un hijo irresponsable y drogadicto que un día, en ataque de locura, violenta la seguridad del papá en su ausencia, saca el arma y comete un crimen por tratar de conseguir dinero para su vicio. Es evidente que la existencia de esa arma fue una condición para que se realizara ese crimen, y en ese sentido el hecho de que aquel hombre tuviera en casa esa arma fue causa de una muerte, porque si él no hubiera tenido esa arma ese crimen en particular no hubiera sucedido. En términos aristotélicos, el arma fue “causa material” del crimen.
Por supuesto, Dios es mucho más que “causa material” pero si uno lo piensa, la voluntad que nos ha otorgado por su designio inescrutable hace que todo lo que recibimos de él sea como el “material” sobre el que nosotros decidimos en una u otra dirección. porque es evidente que el ser humano tiene un margen, relativamente pequeño pero real, de decisión; si esto se niega no se ve cómo se pueda hablar de voluntad o de libertad o de libre albedrío.
¿Entonces qué es lo que corresponde a la acción divina cuando cosas malas nos llegan o cuando las personas cometen actos perversos?
1. Dios es causa de todo cuanto existe pero no puede llamársele único responsable de cuanto sucede.
2. En la medida en que Dios es único creador, su múltiple providencia es como el “material” sobre el que obra, a manera de “causa segunda” nuestra voluntad, de modo que el ser humano tiene auténtica responsabilidad sobre los actos que desea y/o realiza.
3. Nuestras acciones no escapan al conjunto más amplio de la Providencia divina, que de muchos modos saca bienes de los males. Así que aunque Dios en su Providencia haya causado que algo objetivamente malo suceda, eso malo es sólo parte de una historia más amplia en la que finalmente brilla el bien que de él proviene.