El propio yo es como un monstruo que, cuanto más alimentamos, más exige y más fuerte se hace. La gran paradoja del que no aprende a servir a otros es que se vuelve siervo y esclavo de ese monstruo.
Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
El propio yo es como un monstruo que, cuanto más alimentamos, más exige y más fuerte se hace. La gran paradoja del que no aprende a servir a otros es que se vuelve siervo y esclavo de ese monstruo.