Tres son las condiciones de una verdadera promesa o voto: que se trate de buscar un bien mayor, que la decisión se tome en libertad, y que su motor sea el amor a la gloria de Dios.
LA GRACIA del Sabado 20 de Agosto de 2011
Había distintas teorías sobre el Reino de Dios. Los fariseos predicaban una obediencia estricta aunque eran incoherentes. Cristo manda que se diferencia la predicación del predicador.