En un colegio del Sur de Italia un maestro de primaria tenía por costumbre mandar a los alumnos que escribieran cartas a Jesús. De la colección de cartas recogidas en varios años, esto es un extracto de algunas joyas de estos pequeños grandes filósofos:
Querido Jesús: En la catequesis nos han dicho que todo lo haces. ¿Y cuando estás de vacaciones quién te sustituye? – Marina
Querido Niño Jesús: ¿Tú cómo sabías que eras Dios? – Carlos
Querido Jesús: ¿En verdad eres invisible o es sólo un truco? – Juan
Querido Jesús: ¿La jirafa la querías hacer así o fue un accidente? – Patricia
Querido Niño Jesús: Cuando tu padre hizo el universo ¿no era mejor que en vez del domingo hubiera descansado los días de colegio? – Enrique
Querido Niño Jesús: ¿El padre Mario es amigo tuyo o sólo es un compañero de trabajo? – Antonio
Querido Niño Jesús: Me gusta mucho el padrenuestro ¿se te ocurrió enseguida o lo tuviste que hacer varias veces? Yo siempre que escribo algo lo tengo que repetir. – Andrea
Querido Niño Jesús: Me gustaría saber cómo se llamaban tu buey y tu mula. – Valentina
Querido Niño Jesús: Los pecados los marcas en rojo como la maestra? – Clara
Querido Niño Jesús: ¿Tu las cosas las sabes antes de que se inventen? – Daniela
Querido Jesús: Cuando has hecho el primer hombre ¿funcionaba bien como nosotros ahora? – Tomás
Querido Niño Jesús: Si no llegas a extinguir a los dinosaurios no habríamos tenido sitio nosotros. Lo has hecho muy bien. – Mauricio
Querido Niño Jesús: Gracias por el hermanito, pero yo lo que había pedido era un perro. – Gianluca
Querido Niño Jesús: ¿Cómo es que no has inventado ningún animal en los últimos tiempos? Tenemos los de siempre. – Laura
Querido Niño Jesús: Por favor pon un poco de vacaciones entre Navidad y Semana Santa. Es que ahora en medio no hay nada – Marco
Querido Niño Jesús: Por favor mándame un cachorrito. Nunca te he pedido nada; lo puedes comprobar. – Bruno
Querido Niño Jesús: ¿Me gustaría que hicieras gente que no se rompa tanto. A mí ya me han puesto tres puntos y una inyección. – Sandra
Querido Niño Jesús: A lo mejor Caín y Abel no se mataban si hubieran tenido una habitación cada uno. Con mi hermano funciona. – Lorenzo
Querido Jesús: Si de verdad volvemos a vivir, por favor no me hagas como Annalisa Bellacci, que es una antipática. – Diana
Querido Jesús: Hace mucho que espero la primavera pero todavía no ha llegado. ¡No te la olvides! – Silvia
Querido Jesús: No te preocupes por mí. Yo miro siempre a los dos lados antes de cruzar. – Marco
Querido Niño Jesús: Seguro para ti es dificilísimo querer a todos en todo el mundo. En mi casa sólo somos cuatro y yo no lo consigo. – Violeta
Querido Niño Jesús: A veces pienso en ti aunque no esté rezando. – Ricardo
Querido Niño Jesús: Si me miras el domingo en la Iglesia, te enseño mis zapatos nuevos. Miguel
Querido Jesús: De todos los que trabajan contigo yo prefiero a S. Pedro y S. Juan. – Rino
Querido Niño Jesús: Me llamo Andrés y mi físico es bajo, delgado pero no soy debilucho. Mi hermano dice que tengo una cara horrible, pero me alegro, porque así no tendré una mujer que me esté molestando siempre y contándome chismes. – Andrés Marsano Conroy
Querido Niño Jesús: Ya no me he vuelto a sentir sola desde que he descubierto que existes. – Nora
Querido Jesús: Hemos estudiado que Tomás Edison descubrió la luz, pero en la catequesis dicen que fuiste tu. Creo que te robó la idea. – Daría
Querido Niño Jesús: No creo que pueda haber un Dios mejor que tu. Bueno, quería que lo supieras, pero no creas que te lo digo sólo porque eres Dios ¿eh? Valerio
Querido Niño Jesús: ¡Qué listo eres! Todas las noches consigues poner las estrellas en el mismo sitio. – Caterina
Querido Niño Jesús: Yo creía que el naranja no pegaba con el morado. Pero luego he visto el atardecer que hiciste el martes ¡Es genial! – Eugenio
(Traducido por Javier Rodríguez V. – Enviado por Teresa Carrasco, Perú)