La unidad que ofrece el mundo se sustenta en un pacto de egoísmos llamado consenso; la unidad en Cristo es reconocimiento de su señorío.
Preparacion para Pentecostes, 2 de 5
Novedad del Espíritu, Triduo de Preparación a Pentecostés. 2 de 5: Descubrir el propio corazón
* Tenemos capacidad de razonar, de desear y de comunicarnos. De esas capacidades surgen pactos, consensos, leyes e instituciones. ¿No debería ser eso suficiente para dar felicidad al ser humano y para organizar la sociedad?
* El problema no está en las instituciones ni en las leyes, que suelen ser razonables, útiles y justas, sino en un centro al que nos conduce la revelación bíblica, especialmente a través del camino tortuoso del Antiguo Testamento. Ese centro, tantas veces enfermo, es el corazón humano.
* Entendemos por “corazón” esa interioridad, ese “espacio” de verdad que uno reconoce cuando puede hablar con sinceridad sobre sí mismo y como ante sí mismo. En esa interioridad uno descubre sus verdaderas motivaciones, los principios que en realidad gobiernan la vida, y también la distancia, a menudo abismal, que lo separa a uno de lo que uno dice creer.
* Ese corazón es el lugar que quiere y puede visitar el Espíritu Santo de Dios. Este es el Espíritu que ilumina, sacia, transforma y a la vez une los corazones, sanando las heridas del pecado y volviéndonos verdaderos interior y exteriormente.
Invocación al Espíritu Santo
Necesito que vengas pronto
Necesito que vengas pronto
Espíritu de amor y de fe,
porque cuánto te necesito:
ni siquiera eso yo sé.
Desconozco mi propio nombre;
no el que se usa en esta tierra,
sino el que pronuncia tu Cielo
si de noche me despierta.
Yo no soy lo que parezco;
mi ser se esconde en tu Llama;
en el Fuego de tu misterio
mi propia verdad me aguarda.
Soy olvido, sueño imposible,
hasta que tu voz me reclama,
y al sentirte llego a sentirme,
y yo muero cuando te callas.
Espíritu de Jesucristo
y del Padre que reina sereno,
dame la oración precisa
que te atraiga hasta mi pecho.
Amén.
Preparacion para Pentecostes, 1 de 5
Novedad del Espíritu. Triduo de Preparación a Pentecostés. 1 de 5: ¿Quién tiene hambre de Dios?
* El agua la conoce mejor quien tiene sed.
* Pero, ¿qué clase de sed es la “sed de Dios”? Hay mucha gente que parece vivir suficientemente bien sin plantearse el problema de Dios.
* Hay además culturas que no han conocido ni parece que extrañen el mensaje cristiano. Su fortaleza son las llamadas virtudes humanas (prudencia, fortaleza, justicia y templanza). ¿De verdad se necesita algo más?
* ¿Cómo evangelizaría Ud. a un valiente, sabio y justo, como el legendario Kung-Fu, que además mostró siempre gran capacidad de dominio de sí?
* La respuesta pasa por la palabra “unción” que asoma lentamente en el curso de la historia del pueblo de Dios.
Cartas a Jesus
En un colegio del Sur de Italia un maestro de primaria tenía por costumbre mandar a los alumnos que escribieran cartas a Jesús. De la colección de cartas recogidas en varios años, esto es un extracto de algunas joyas de estos pequeños grandes filósofos:
Incoherencia argumentativa de la ideologia de genero
“La ideología de la “perspectiva de género”, tan en boga hoy día y adoptada oficialmente por varios Estados que por otra parte se definen como “laicos”, incluido el uruguayo, sostiene que el sexo es natural y el género es cultural. El ser varón o mujer pertenece al género, no al sexo. Por tanto, el ser varón o mujer no es algo natural, sino cultural. (…) En el fondo parece estar la idea de “libertad”: ella es la que se interpone entre la realidad biológica de la persona y su “identidad de género”. El argumento es que la identidad de género es “cultural”. La naturaleza humana es vista como un límite a la libertad del hombre; por eso se la disuelve en la cultura…”