Comunion y Comunidad, 08 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 8 de 10: Virtudes Humanas, 1a. parte.

PRUDENCIA

– Es la virtud que mueve a pensar y decidir rectamente sobre lo que debe hacerse o no hacerse. Ser “prudente” no debe considerarse como sinónimo de no actuar, ni tampoco de actuar con disimulo.

– En una comunidad todos hemos de cultivar la prudencia porque hay ocasiones en que pequeñas acciones o respaldos o falta de respaldo traen serias consecuencias. Pero corresponde especialmente a los formadores (maestros) y a los superiores cultivar esta virtud.

– Los formadores han de procurar ser dóciles al Espíritu, nunca considerarse dueños de la vida o la vocación de nadie, y saber que cuanto digan o hagan lo recibirá cada quien según su propio carácter, por lo que hay que conocer el terreno para anticiparse un poco a qué sentido dará cada formando a las palabras o gestos que se le presenten.

– Los superiores han de pasar por varias muertes: renunciar a menudo al propio proyecto en aras del proyecto de la comunidad, o mejor aún: el proyecto de Dios. Cuiden de no quedarse con una parte de la comunidad marginando a otros, y busquen construir unidad en torno a Cristo.

JUSTICIA

– En sentido bíblico consiste en “ajustarse” al querer y plan de Dios.

– Enemiga de la justicia es la racionalización, sobre todo la de tipo espiritual, que toma muchos rostros, por ejemplo: clericalismo, justificiación de privilegios, considerarse uno excepción de la regla, y más.

– El camino de la justicia pasa a menudo por la denuncia. Es preciso oarar, autoexaminarse, pedir consejo, buscar el momento oportuno, pero finalmente sí hay que hablar.

Comunion y Comunidad, 07 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 7 de 10: Breve historia de la noción de virtud.

– Aunque el individualismo propio de la Modernidad sitúa el tema de la plenitud humana en el ámbito estrecho de la satisfacción de necesidades y deseos sólo personales, una visión más amplia a la historia de la humanidad muestra que tal plenitud ocurre de modo mucho más natural y frecuente en comunidad.

Areté, en griego, o virtus, en latín, aluden a facultades, destrezas o capacidades que en principio pueden usarse para bien o para mal.

– Aristóteles propone una “ética de virtudes” necesaria para la vida en la “polis” (la “política”). El objetivo es alcanzar la “eu-daimonía” que es algo así como el florecimiento o plenitud de lo que uno puede llegar a ser.

– Para Tomás de Aquino, la virtud tiene ya una connotación decididamente positiva: es un hábito bueno, contrapuesto al vicio, que es el hábito malo. El ejercicio de la virtud, así entendida, hace adelantar el camino hacia un bien objetivo, que es la posesión de Dios en la bienaventuranza.

– La moral de Tomás es, entonces, objetiva, pero no es “objetivante,” es decir, no desconoce los aspectos propios de la intención y de las circunstancias, que también pueden ser interiores al sujeto.

– Su modelo del bien humano goza de equilibrio y ha sido asumido muy integralmente por la Iglesia como referencia moral prácticamente universal.

Comunion y Comunidad, 06 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 6 de 10: Memoria, imaginación, narración.

– La biblia, y en general los pueblos de la antigüedad, en buena parte garantizaban su cohesión interna a través de la memoria colectiva.

– Los ancianos y maestros tenían como primer deber transmitir a los menores y recientes el testimonio, los relatos primigenios, los personajes principales y las claves de lenguaje que después servían de vínculo espontáneo en la comunidad.

– La memoria, servida por, y al servicio de la imaginación hace que el relato enlace con la vida. Es parte de lo que logra Cristo también con sus parábolas.

– Los judíos supieron apreciar el tesoro de la Palabra revelada e hicieron de ella alimento que, a fuerza de masticarlo, afloja su sustancia y crea unas referencias comunes para el común de los creyentes.

VI-G. Padres e Hijos

249. Más vale morir sin hijos que tener hijos impíos. (Sir 16,3)

250. Honra a tu padre de todo corazón y no olvides los dolores de tu madre; recuerda que ellos te engendraron, ¿qué les darás por lo que te dieron? (Sir 7,27-28)

251. Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis porque el reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Os lo aseguro, quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. (Mc 10,14-16)

252. El que peca es el que morirá; el hijo no cargará con la culpa del padre, el padre no cargará con la culpa del hijo; sobre el justo recaerá su justicia, sobre el malvado recaerá su maldad. (Ez 18,20)

Comunion y Comunidad, 05 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 5 de 10: Base humana en la construcción de comunidad.

– Lo que la persona espera de la comunidad puede sintetizarse en dos palabras: respeto y apoyo.

– Lo que la comunidad suele esperar de la persona se sintetiza en:

1. Disciplina: que llegue a aprender–discere–y en principio se adapte a lo que hay;

2. Compromiso: que asuma sus responsabilidades y haga su parte en la tarea;

3. Comunicación: que no espere que le “adivinen” lo que está pensado, planeando, sintiendo o viviendo;

4. Agrado: que facilite la convivencia y sepa tener algunos detalles de afecto con los demás.

– Altamente apreciables son también: la lealtad (usar con prudencia la verdad que se conozca de la comunidad o de personas en particular); y la alegría (capacidad de integrarse en el momento de la fiesta).

Conversion al abandonar el estilo homosexual

homosexual convertido
Guillermo Márquez, coordinador de Courage Latino en Querétaro (México), fundó y perteneció a un grupo “con características similares a las que tiene el grupo del P. (Robert) Coogan” -Comunidad San Elredo, en Saltillo-, sin embargo y con el paso del tiempo decidió abandonarlo, pues “me di cuenta que no podía estar bien con Dios y la Iglesia si mantenía un estilo de vida homosexual”. Click!

Comunion y Comunidad, 04 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 4 de 10: Origen de nuestra noción de individuo.

– Lo que puede parecer natural o incluso forzoso, en realidad tiene su origen. En una sociedad humana global de “naciones” lo común hoy es verse cada uno como un “individuo”. ¿De dónde surge esto?

– En el siglo XVI Lutero lanza la consigna: “mi Biblia y mi conciencia;”

– En el XVII, Descartes implanta la duda metódica como fundamento del conocimiento y traduce así el problema de la VERDAD al problema de la CERTEZA (del sujeto).

– En el XVIII, Kant invita a todos a “atreverse a pensar” con su propia cabeza. La Ilustración, de la que él se siente heraldo, difunde en Francia la idea del “ciudadano” cuyos derechos han de ser tutelados por el Estado; pero ahora este Estado es en sí mismo un aparato estatal anónimo y reemplazable.

– En el XIX, la Revolución Industrial mira al ser humano como simple engranaje de producción. Marx quiere que sea una herramienta de cambio social. En medio de estas dos tendencias lo humano es ahora minúsculo y enteramente negociable.

– En el XX, la Modernidad alabada por Kant hace crisis y muestra su rostro oscuro en la agresividad de las Guerras Mundiales, y en la devastación ecológica del planeta.

– Sartre entonces enseña a una generación desencantada que el ser humano no tiene “esencia” sino sólo “existencia.” En la práctica eso quiere decir que cada uno puede dar a su vida el significado que quiera pero no puede imponérselo a nadie. Es decir: cada uno es prisionero de su propia voluntad, nominalmente libre, y de su minúsculo universo de significado.

– Surge así la generación postmoderna que sólo cree en el instante, en la gratificación inmediata y en el micro-cosmos cálido de los amigos cercanísimos.

– Este mismo proceso, sin embargo, tiene facetas positivas: conciencia global, ecológica, primacía renovada del afecto, la lealtad y la amistad.

Comunion y Comunidad, 03 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 3 de 10: Sobre prejuicios y racionalizaciones.

– Las exclusiones sobreviven en el tiempo sostenidas por racionalizaciones, es decir, explicaciones que con apariencia de verdad justifican una postura que ha adquirido fuerza de costumbre.

– Racionalizar resulta sencillo y como espontáneo porque todos tendemos a la inercia, esto es: nos gusta tener un mapa fijo de quiénes son amigos y quiénes enemigos. Al obrar así, por supuesto que nos perdemos de abundantes riquezas humanas y de incontables bendiciones que Dios quería darnos.

– Vencer la racionalización implica ponerse en la búsqueda seria de qué es lo verdadero, más allá de lo aparente, lo popular, o lo acostumbrado. Ni lo antiguo por antiguo, ni lo nuevo por ser nuevo.

– Para superar el prejuicio se requiere también una apertura profunda al Espíritu Santo de Dios, y clara conciencia de que Cristo está realmente presente entre nosotros, de modo tal que tratemos todo lo de la Comunidad como tratamos la presencia eucarística del Señor.

Ciencia (02)

La ciencia que se aparte de la justicia más que ciencia debe llamarse astucia. – Marco Tulio Cicerón

La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades. – Sócrates

La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas que me son preciosas. – Luis Buñuel

La ciencia no sirve sino para darnos una idea de cuan vasta es nuestra ignorancia. – Félecité de Lamennais

La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio. – Gregorio Marañón

Comunion y Comunidad, 02 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 2 de 10: Dos verbos fundamentales: diferenciar y excluir.

– Lo contrario de comunidad es división. Pero no toda división hace daño. Hay diferencias que enriquecen y también polarizaciones que destruyen. ¿Cómo distinguir unas de otras?

– El proceso que se ha dado a menudo es pasar de excluir a no diferenciar. Así se ha pasado del machismo a la ideología de género; o del racismo a la pretensión de que toda las razas son iguales en todo; o de las diferencias de clase al comunismo.

– Una verdadera respuesta es quitar las exclusiones injustas y afirmar las diferencias legítimas. Lo uno y lo otro lo aprendemos a la luz del plan del Creador.

– Las exclusiones injustas todas brotan del corazón humano. El botón de excluir lo tenemos todos y está siempre conectado con el motor de la afirmación idolátrica del propio yo. La única respuesta genuina es darle el lugar del trono a Cristo.