El Eclesiástico nos enseña cuáles son los defectos más comunes en las ofrendas, y como nosotros mismos somos ofrenda, de él aprendemos qué es vivir para Dios.
Una respuesta a «Como ser ofrenda viva y agradable a Dios»
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Da gusto oír hablar a alguien de la Misa como sacrificio. En un mundo en el que nos escapamos de todo lo que supone renuncia, ofrecimiento, victimación necesitamos que nos hablen de la Santa Misa en esta otra vertiente. Por habernos olvidado recibimos al Señor de cualquier manera, los sacrilegios están al orden del día. ¡Cuánta reparación nos toca hacer por todos estos pecados! Gracias, Nelson, por hablar claro ahora que o no se dicen estas cosas o se escamotean para molestar las conciencias (en el caso que aún queden muchas).