El problema de la parroquia del Carmen de Manresa es el problema de la Iglesia en las últimas décadas. Muchas catequesis han estado en manos de catequistas que en vez de formar a los críos en la fe católica, lo han hecho en la fe humanista-secularizada que tanto gusta a los progres, sobre todo si son religiosos. Entonces, cuando un obispo y un párroco quieren poner fin a ese sinsentido, se produce la oposición de quienes han dejado buena parte de su fe católica por el camino de una eclesialidad fundada en una interpretación rupturista con la Tradición.
No es fácil reconstruir lo que décadas de progresismo eclesial han destruido. Pero merece la pena mantenerse firmes en el empeño. Como bien dice mosén Boqueras, a la catequesis parroquial van ahora pocos niños… pero van niños. Es decir, serán pocos pero al menos esos reciben una catequesis adecuada.
Publicado via email a partir de Palabras de camino