¿En algún momento en tu vida has sentido deseo de conocer mejor a tu Dios?
A veces pienso que en tu vida ha habido toda clase de voces y toda clase de anhelos. Deseo de dinero, de diversión, de tranquilidad, de amor humano, de placer… todo eso puede estar bien, pero sirve solo para esta tierra. Vivas como vivas, bien o mal, cuando te mueras eso quedará aquí. ¿Y qué te llevas?
Yo quiero invitarte con humildad y cariño a que te acerques a la piedad, a la devoción, a la oración sincera, tuya, nacida del alma. Quiero invitarte a que encuentres la riqueza de la vida interior, la vida que no muere. Jesús dijo una vez: “Busquen primero el Reino de Dios, y todo lo demás se les dará por añadidura.”
Yo estoy convencido de esa palabra de Jesús, porque Él no engaña.
Yo sé que hay muchas cosas por arreglar en tu vida, pero créeme: hay que arreglarlas EN ORDEN. Primero va el número uno y luego el número dos. Lo primero en la vida tiene que ser Dios. Todo niño debería aprender eso, porque es lo que le va a servir para el resto de la vida, pero a veces pasa que nuestros padres nos enseñan DE TODO menos ese amor a Dios.
Sin embargo, nunca es tarde para aprenderlo.
Es más: pienso que tú tienes una misión con tu familia. Yo creo que tú, cuando seas renovado y fortalecido en la fe, vas a ser una lámpara para ellos, tal vez más que ellos para ti.
A uno le puede parecer que la vida de la fe es aburrida, o demasiado exigente, pero es que la vida sin fe es pura muerte.
Te invito a que abras tu alma a Jesucristo, te invito a que supliques el Espíritu Santo, y a que hagas lo que nos dice el apóstol san Pedro: arroja en él todas tus cargas.
Que los días no se te pasen estériles, vacíos, o llenos solo de nostalgias enfermizas. Llénalos de luz, llénalos de amor de Dios; descubre cómo él puede guiarte para que TODO lo demás vaya encontrando su lugar.
¡Tengo tantas cosas que sugerirte! Lecturas que quisiera que hicieras, predicaciones que quisiera que oyeras. Si tienes acceso a un computador donde se oigan archivos, dímelo, para que desde hoy empieces una nueva vida.
Mi oración está contigo.