¿En algún momento en tu vida has sentido deseo de conocer mejor a tu Dios?
A veces pienso que en tu vida ha habido toda clase de voces y toda clase de anhelos. Deseo de dinero, de diversión, de tranquilidad, de amor humano, de placer… todo eso puede estar bien, pero sirve solo para esta tierra. Vivas como vivas, bien o mal, cuando te mueras eso quedará aquí. ¿Y qué te llevas?
Yo quiero invitarte con humildad y cariño a que te acerques a la piedad, a la devoción, a la oración sincera, tuya, nacida del alma. Quiero invitarte a que encuentres la riqueza de la vida interior, la vida que no muere. Jesús dijo una vez: “Busquen primero el Reino de Dios, y todo lo demás se les dará por añadidura.”